Pandea: pabellón metamórfico de arte
Un síntoma claro del crecimiento de una ciudad es ver negocios y…
Un síntoma claro del crecimiento de una ciudad es ver negocios y espacios de recreación y pensamiento en constante desarrollo. Es una manera de saber que, lo que ocurre en ese sitio está siendo positivo, tanto social, como económicamente. Esto es un reflejo claro de lo que ocurre en Puebla, en el Distrito de Sonata en México, con el proyecto Pandea.
Este centro es más que una simple galería. Es un espacio moderno, cambiante y calificado como mutante, para dar cobijo a nuevos artistas que se identifican con el estilo progresista y hasta futurista de este magnifico lugar ubicado en una de las zonas de mayor crecimiento, no solo de la ciudad, sino del país entero.
De este modo sale a relucir la evolución de México en otras zonas más allá de la capital en donde se concentra las múltiples facetas del poder. Pandea, es por así decir, el espacio necesario en el que los artistas de Puebla se encuentran y dan rienda suelta a su creatividad y obras en proceso de emerger.
Pandea es una figura geométrica de múltiples caras, una forma difícil de definir pero en constate cambio, porque así es el arte y además los artistas podrían ser clasificados como las especies humanas y agruparse en pequeños grupos. Por esto, Pandea vive una metamorfosis, porque cada artista al exponer sus trabajos pueden encontrarse en un espacio cómodo que se adapta a lo que quiere proyectar.
Este lugar no es gigante, es un lugar vistoso de 47 m2 con el azul como color predominante y acompaña ese efecto de constante movimiento y versatilidad, siempre con la intención de mostrar la intensidad del espacio que en algún momento sirvió como una oficina inmobiliaria, un cambio drástico del cielo a la tierra en cuanto a conceptos e ideas centrales.
En vista a las dimensiones los creativos afirmaron querer aprovechar al máximo el lugar y no dejar nada. De hecho cuando se entra por la puerta de vidrio, jamás se pensaría que alguna vez ese lugar fue una oficina, en cambio parece una bodega remodelada, con toques industriales y que se adapta a lo que se desee exponer.
Este recinto cuenta con dos pabellones, el principal en el que se hayan seis mamparas desmontables, las cuales según su distribución crean distintos espacios y modos de exhibir arte. Ya lo dijimos, Pandea es metamórfica.
Al entrar te topas con un mostrador a manera de recepción y una peculiar lámpara que obedece a una forma geométrica. En este sentido se repite el tema de las formas que vive presente en todo el lugar, sin importar el lugar del cual se trate.
Pero hay más. Existe un segundo piso, mucho más pequeño de alrededor de 18 m2, mucho más pequeño, pero igual de magnifico y colorido, llenos de azul intenso que genera ese deseo de curiosidad. Es una especie de anzuelo a la que es imposible no resistirse. Cabe destacar que en ciertas galerías de dos pisos a muchos asistentes les puede parecer tedioso explorar la segunda área.
En este sentido, en Pandea pensaron en otra forma de llamar la atención mediante unas escaleras que fueron transformadas en un tono lumínico en la que, nuevamente es como esos pasillos espaciales de película, donde las personas se ven inmersas en un breve paseo fantástico en el que se ve un letrero que cambia de forma con el nombre de la empresa.
Esta plataforma es un referente arquitectónico de interiorismo lleno de flexibilidad de adaptabilidad y con un concepto de branding bien definido, en el que cualquiera puede participar para dar rienda suelta a las miles de formas del arte.