Jochen Volz: “Lo que sé sobre el arte lo aprendí de los artistas”

El arte, la comunicación y la pedagogía, fueron algunos de los intereses académicos de Jochen cuando decidió escoger su camino universitario.

En parte, esta decisión contó con la influencia que el actual director de la pinacoteca paulista obtuvo de las manifestaciones artísticas locales, con las que tuvo el placer de convivir desde su juventud.

Tengo suerte, porque crecí con acceso a museos y exposiciones. Mi escuela estaba al otro lado de la Staatsgalerie Stuttgart, así que desde el principio tuve encuentros con el trabajo de Schlemmer, Beckmann, Hanson, Grosz, Horn y muchos otros.

Su formación transcurrió entre la Universidad Ludwig Maximilians de Munich y la Universidad Humboldt de Berlín.

En paralelo con su período académico, Jochen comenzó a experimentar en el mundo de las artes, no solo expresándose a través de las creaciones plásticas, también aproximándose a algunas galerías locales, en las cuales tuvo la oportunidad de relacionarse con este universo mediante otras perspectivas.

Durante mis estudios, me gané la vida como artista de arte en varios museos y más tarde trabajé en una galería de Berlín, que representa hasta hoy a artistas como Rirkrit Tiravanija u Olafur Eliasson, entre muchos otros. Creo que es cierto que todo lo que sé sobre el arte lo aprendí de los artistas.

Los conocimientos que Jochen pudo atesorar en esta época, de la mano de sus propios protagonistas, fueron reforzados por la relevancia que cobró Berlín durante la década de los 90.

El actual director de la Pinacoteca de São Paulo, nos explica cómo numerosos artistas europeos hicieron de la ciudad germana su lugar de residencia, impulsando en parte la apertura de numerosos centros culturales y galerías. No obstante advierte que “Mucho ha cambiado desde entonces.”

Es emocionante ver que las artes se han convertido en un campo mucho más respetado dentro de la sociedad.

Creo que es cierto que todo lo que sé sobre el arte lo aprendí de los artistas.[/blockquote]

Si, por ejemplo, comparamos el número de visitantes de las grandes exposiciones internacionales de arte en la década de 1990 con las exposiciones equivalentes de hoy, se hace evidente que las artes ahora se consideran una ciencia transformadora, con un potencial educativo y económico relevante.

La escena en la década de 1990 era mucho más pequeña, más cómoda, pero también mucho más restringida a unos pocos afortunados.

Transcurrida la década de los 90, las ideas de Jochen se concentraron en Portikus, un proyecto desarrollado en Frankfurt en el cual tuvo el privilegio de participar, desde el 2000 hasta el 2004.

La exploración del Cubo Blanco hizo posible que numerosos talentos adjudicaran a estos espacios diversas funciones, hasta que se convirtió en un museo, en el cual Jochen adquirió buena parte de sus conocimientos acerca de la creación de exposiciones y el desarrollo de una programación cultural.

Aprendí que uno nunca debe subestimar a sus visitantes ni al arte. [/blockquote]

Posteriormente, Jochen se trasladó a Brasil, donde originalmente pensó que estaría por poco tiempo, pero las oportunidades llegaron y el deseo de extender su estadía en la nación sudamericana, se convirtió en un hecho.

Muy pronto fue nombrado director de Inhotim y tuvo la oportunidad de colaborar con Lisette Lagnado. Jochen asegura que encontró en Brasil una acogida más que calurosa y para él fue sumamente sencillo sentirse en casa, especialmente por la afinidad estética.

Los caminos de Jochen continuaron abriéndose a su paso, con sus respectivas intervenciones en la 27 Bienal de São Paulo, donde participó como curador invitado, encargándose del homenaje a Marcel Broodthaers; y en la 53 Bienal de Venecia, donde sumó su trabajo curatorial al de Daniel Birnbaum.

La creatividad artística es fomentada por la lucha y por el amor. Puede nacer de la resistencia, pero verdaderamente crece en paz.[/blockquote]

Habiendo tenido el privilegio de organizar las dos exposiciones bienales más grandes y antiguas del mundo con perfiles de audiencia tan opuestos, aprendí que uno nunca debe subestimar a sus visitantes ni al arte.

Una gran obra de arte puede abrirse tanto a los usuarios habituales como a los que visitan museos por primera vez, tal vez de manera diferente, pero no menos atractiva.

Conversando acerca del panorama artístico en Brasil y el resto de Latinoamérica, Jochen no duda en las cualidades de artistas consagrados y emergentes, así como de la vitalidad de este mercado.

Tanto la escena artística brasileña como la latinoamericana son poderosas, vivaces y, a menudo, sorprendentes.

Aquí las mejores obras a menudo vienen de direcciones inesperadas. El arte descubre, ocupa, inventa y define lugares, ya sea en ciudades o en el campo; ya sea en el centro o en el margen; ya sea tan grande como un lago o más pequeño que una moneda; ya sea en la historia, el nuevo desarrollo, el cambio continuo o la precariedad.

La cultura nunca es simbólica, sino siempre concreta.[/blockquote]

La creatividad artística es fomentada por la lucha y por el amor. Puede nacer de la resistencia, pero verdaderamente crece en paz. También sabemos que, si bien el arte tiene la capacidad de definir lugares, la cultura necesita espacio.

La cultura no está constituida únicamente por la historia común de las personas, una región o un período. Es creada por perspectivas compartidas. En este sentido, la cultura nunca es simbólica, sino siempre concreta.

Con miras a proyectos futuros, Jochen compartió con nosotros algunos detalles de We are Many: Experiments in Collectivity, una de las próximas muestras a inaugurarse en la Pinacoteca el próximo 10 de agosto, exhibición que aborda la experiencia artística como consecuencia de un aprendizaje colectivo.

We are Many: Experiments in Collectivity explora proposiciones y experiencias artísticas contempladas como irradiaciones directas o indirectas de la práctica artística de Joseph Beuys, uno de los artistas más importantes activos en la segunda mitad del siglo XX.

Un grupo de obras del artista cedido por museos europeos constituye el núcleo de la muestra, yuxtapuesto a la Apropiación Mesa de Bilhar de Hélio Oiticica, d’après O Café Nortuno de Van Gogh (1966) y en diálogo con obras de artistas contemporáneos, que reformular y expanden la idea de que el arte es un campo de conocimiento colectivo, investigación y experimentación en formas que son transformadoras para el mundo.

 @volzjochen