Mónaco comprimido en un reloj
Muchas obras de arte deben su nombre a lugares en los que…
Muchas obras de arte deben su nombre a lugares en los que desenvuelve un evento de importancia. Independientemente si se trata de política, gastronomía o deporte como ocurre en este caso. Los creadores ven en los espacio y eventos un lugar de inspiración para inmortalizar sus obras.
TAG Heuer vio en el principado de Mónaco una concentración de glamour, estilo y elegancia que fue suficiente para convencerlo de darle el nombre de esta ciudad a uno de sus relojes más emblemáticos por allá en 1969.
Ahora, luego de 50 años, la casa relojera ha hecho un nuevo homenaje y aprovechando el prestigioso circuito Mónaco de Formula 1, han sacado al mercado una edición especial de colección para los que aman el conocimiento del tiempo desde la perspectiva del lujo y la exclusividad.
De este modo, TAG Heuer diseñó cinco nuevos modelos que también tienen como inspiración no solo el antiguo modelo del 69, sino el famoso circuito, cuya plataforma ha sido patrocinada por TAG Heuer desde 2011.
El Monaco ha sido inmortalizado y en su momento de mayor gloria rompió el molde en el mundo de la relojería. Fue el primero de una larga lista en tener capacidad de funcionamiento bajo el agua, además de contar con un movimiento cronográfico de cuerda automática.
La noticia se hizo pública en el mismo evento de carreras en la Villa Key Largo, donde contó con la presencia de Stéphane Bianchi, CEO de la división de relojería de LVMH y CEO de TAG Heuer, y Frédéric Arnault, responsable de estrategia y área digital.
Asimismo, compartieron la velada el corredor Max Verstappen, Patrick Dempsey, Bella Hadid, Winnie Harlow, Kai Lenny y otros tantos que engloban la cúpula de la moda, de la fama, pero sobre todo del prestigio.
El atrevimiento fue el ingrediente que hizo posible la masificación de este reloj durante la segunda mitad del siglo XX. Lleno de novedades y una pizca de excesos hicieron de este modelo algo único y difícil de imitar.
Desde su estreno, siempre estuvo ligado al circuito de carreras. El piloto Siffert lo lució en 1971 y la película con Steve McQueen, Le Mans lo catapultó a un firmamento aún más privilegiado.
2019 significa medio siglo de Mónaco y por cada década hay un reloj que representa la evolución a lo largo de los años de este simbólica pieza que, más que un medidor de tiempo, es una obra de arte con manecillas y exquisitas formas geométricas bajo un diseño de Côtes de Genève.
Pero eso no es todo, los cinco modelos están hechos de acero inoxidable y cuentan con una correa de piel marrón y perforaciones en una tonalidad más clara. El color general de la esfera es verde con elementos marrones y amarillo, también con motivos de Côtes de Genève.
Este reloj cuenta con tecnología superluminova en sus manecillas, por lo que al encontrarse en espacios carente se iluminación brillará por el efecto producido gracias a los cristales de óxido de aluminio, los cuales no son radioactivos.
La edición cuenta con 169 ejemplares y todos tienen el grabado original del Monaco, el cual se encuentra en la caja del reloj, además de exhibir la siguiente inscripción «1969–1979 Special Edition» y «One of 169».
Para honrar este reloj inspirado en las curvas del circuito en los paisajes de la ciudad que evocan belleza y autenticidad, así como al mismo deporte caracterizado por mucha precisión y velocidad, se han organizado fiestas en distintos puntos del Principado para recordar el regreso de un grande de la relojería.