Beto Gutiérrez: “La fotografía me ha ofrecido una vía para la autoexploración”
Una fotografía que consigue cuestionar es poderosa, pues la idea o el…
Una fotografía que consigue cuestionar es poderosa, pues la idea o el tema que plantea el fotógrafo lograron calar en la mente del espectador. Esto se debe a que el concepto es claro y la coherencia entre los elementos se comunica perfectamente a través de la imagen.
Ahora, si bien realizar una fotografía depende de una herramienta tecnológica que ofrece numerosas opciones para capturar imágenes, al final todo se centra en la visual y lo que tiene en mente su autor, pero sobre todo lo que busca expresar. O, en palabras de Alfred Eisenstaedt: “Lo más importante no es la cámara, sino el ojo”.
Asimismo la fotografía permite mostrar lo que muchos no ven normalmente, dar una mirada hacia el pasado, presente y, tal vez, el futuro. Cada autor le da su uso y enfoque, por lo que la fotografía más que una técnica, es un arte.
Y en el caso del fotógrafo y artista visual venezolano Beto Gutiérrez, la fotografía, además de ser su principal sustento económico desde hace 22 años, también le ha permitido ir un poco más allá. Me ha ofrecido una vía para la autoexploración, permitiéndome examinar mis deseos y la relación con mi cuerpo. Asimismo, ha sido el puente ideal para establecer conexiones con los demás, lo cual ha sido especialmente útil desde que mudé a Buenos Aires en 2011.
Ahora, viendo parte de sus trabajos al principio se puede llegar a pensar que pareciera buscar fusionar la fotografía con el arte contemporáneo, pero no fue así. Nunca fue su intención, simplemente sucedió. No creo que yo haya decidido fusionar la fotografía con el arte contemporáneo. Solo ocurrió, ya que mi aproximación a la práctica fue siempre muy experimental y desprejuiciada. No quiero limitarme y tener que decidir entre las categorías ‘fotógrafo’ o ‘artista’. No tengo problema con transitar entre una y otra.
Beto Gutiérrez ha producido múltiples proyectos, mayoritariamente series fotográficas. Asimismo ha conseguido exponer en Caracas, Uruguay, Argentina, Brasil, México, España y EE.UU. También ha logrado obtener premios, un ejemplo de ello es “La huntada”, un proyecto que ganó el Segundo Premio en XVIII Salón Jóvenes con FIA, ubicado en el Centro de Arte Los Galpones (Caracas, Venezuela, 2015).
El proyecto consiste en un vídeo en el que se observa una fila de hombres aplicándose un desodorante que comparten entre ellos. Esto porque, frente a la crisis que ocurre en Venezuela, ese hecho se ha vuelto común, por lo que Beto quiso mostrar un poco la realidad de lo que acontece en su país. Pueda que para algunos sea incómodo o transgresor, pero tampoco es algo que él busque generar en sus trabajos.
Cuando yo asumo la fotografía como principal herramienta de producción visual, no puedo obviar el hecho de que esta ha estado profundamente marcada por esa palabra, tan complicada, la ‘realidad’. En lo personal, lo que me interesa es poder articular y compartir mi modo de ver.
No creo, honestamente, que mi trabajo sea transgresor, pero comprendo que algunos todavía tengan objeciones con ver, por ejemplo, un cuerpo desnudo. Las imágenes que me interesan visibilizan lo oculto, resaltan contradicciones y cuestionan las censuras.
Algunos de sus proyectos exaltan a las minorías, aquellos grupos vulnerables o, lo que es prohibido y hasta a veces censurado. Yo formo parte de esas minorías, por lo que me parece natural trabajar con ellas. Confío en que las representaciones visuales de cuerpos e identidades diversas pueden generar cambios en las sociedades.
Para Beto no hay una fórmula al momento de crear un proyecto, simplemente de cualquier lugar puede surgir el detonante para empezar a trabajar en una obra. “La huntada ”, un video que produje en 2015, por ejemplo, nació a partir de una foto que circuló en Facebook sobre la escasez de productos de aseo en Venezuela. En cambio, mi más reciente trabajo, que titulé “Noche americana”, se me ocurrió mientras meditaba. En fin, no tengo un método. Si después de concientizar la idea y contemplarla durante un tiempo, me parece consistente, me planteo llevarla a cabo.
A veces se tiene la idea que las fotografías deben ser “bonitas” bajo un concepto muy estilístico. Pero, algunos de sus proyectos van al otro lado, a lo opuesto, y encuentra belleza allí. Sin embargo, ¿cómo logra detectar esto Beto? Para ello, él lo explicó de la siguiente manera: Esa pregunta se puede abordar en dos niveles: primero, en relación con la persona u objeto representado; segundo, en conexión con la imagen resultante. Consideremos el ejemplo de un retrato, que es el género que más trabajo: no es lo mismo la persona retratada que la fotografía de esa persona. Al respecto del primer nivel, podría decir que me siento profundamente atraído a otros tipos de belleza menos mediáticas. En cambio, sobre el segundo nivel, el de la imagen resultante, considero que mi lenguaje visual es bastante cuidado.
Beto se formó en la ONG al lado de mismísimo Nelson Garrido y fue él quien lo invitó a encontrar su propia voz como artista. Nelson Garrido es mi maestro. En su espacio, La ONG, tuve mis más prolíficos años, un período de constante actividad e intercambio con personas con vidas y búsquedas similares a las mías. Después de que yo emigré a Argentina, Nelson apoyó la creación de La ONG Buenos Aires, colectivo artístico creado en 2014 y que se inspira en experiencias vividas en Caracas. Una parte importante de mi trabajo actual como artista y como docente ocurre en el marco de ese colectivo.
Otra área que Beto trabaja es el desnudo experimental, el cual no es para todos, pero aquellos que estén interesados en adentrase a este mundo, como fotógrafos, deben tener ciertas actitudes, aspectos y elementos a considerar. Creo que cualquier fotógrafo interesado en el desnudo debe trabajar la relación con su propio cuerpo. Una sesión fotográfica sin ropa es una experiencia compartida y si quien está detrás de la cámara está en tensión, eso se notará en las imágenes que haga. Además, es preciso generar un espacio de comodidad, de conversación franca con el modelo, de definición de límites y de respeto.
Tampoco que hay que olvidar que el desnudo es, a fin de cuentas, un ejercicio de experimentación y expresión lúdicas, una experiencia liberadora y catártica.
El próximo viernes 02 de agosto, Beto presentará la exposición Noche americana, en el nuevo espacio de arte Carmen Araujo ubicado en Las Mercedes, Caracas. Es muy emocionante participar en la programación de un proyecto que está abriendo sus puertas en medio de una crisis como la que atraviesa Venezuela. El título de la muestra es “Noche americana” e incluye un par de trabajos viejos en diálogo con una propuesta que acabo de concluir y que me tiene muy entusiasmado.
Dicha exposición reúne tres proyectos específicos: La familia (2010), Noche americana (Day for Night) (2019) y Fotofobia (2010); los cuales tratan temas como la migración, la identidad, la luz y la oscuridad, el cuerpo y el paisaje.
Para Beto Latinoamérica es el continente que más le interesa y en donde quisiera vivir toda su vida para seguir conociendo sus rincones y cultura. Desde hace ocho años vivo en Argentina, que es un extremo. México, que es la otra punta, también me pareció increíble. Creo que siendo de Venezuela, una mitad casi matemática, transito la riqueza cultural de Latinoamérica con mucha comodidad.
Beto nos compartió una experiencia representativa y valiosa para él y ocurrió en el año 2003, ya que lo contrataron para realizar un registro fotográfico sobre la artesanía venezolana, llamada “Maestros artesanos”, curada por Nereus Bell. Fue una oportunidad increíble para viajar por toda Venezuela, fotografiando personas, lugares y objetos. Ese proyecto me llevó a darme cuenta de lo poco que conocía a mi país, con el que, gracias a mi oficio, pude establecer una nueva y hermosa relación.
Compartimos un breve, pero interesante ping pong con Beto. Por favor, disfruten y sigan de cerca su trabajo en sus redes sociales:
- ¿Un lugar? Adentro.
- ¿Una foto? Mi primer autorretrato.
- ¿Una muestra? “Me cambio el nombre” de Juan José Olavarría en Periférico Arte Contemporáneo.
- ¿Algo por fotografiar? A Dios
- ¿Una muestra por realizar? “Noche americana”
- ¿Un fotógrafo que admire? Rineke Dijkstra
- La fotografía en Latinoamérica es… una fiesta.