Fernanda Feitosa: “Me considero una entusiasta del arte”

Fernanda creció en una familia de artistas. Sobrina de Roberto Feitosa, quien además tuvo como compañero a Osmar Dillon, a mediados de los 70 cuando ella solo contaba con unos 8 años de edad, una de sus pasiones era ver a estos talentos trabajar en su estudio.

Por aquel entonces, sentarse a tratar de imitar aquellas pinturas era una actividad que le brindaba una gran paz y tranquilidad. Fernanda incluso llegó a pensar que tenía talento para el arte, pero se dio cuenta a tiempo de que ese no era el camino, realmente sus pasos la aproximarían a este mundo por otras vertientes:

He estado recolectando (arte) junto con mi esposo, Heitor Martins, durante más de 20 años. Comenzamos de manera muy espontánea y, de repente, nos dimos cuenta de que teníamos un conjunto de 50 obras brasileñas y que todas encajaban en el mismo período de tiempo, desde la década de 1950 en adelante.

Fernanda y su esposo comenzaron una colección de obras de posguerra, que se ha convertido en el núcleo de sus fondos privados. Actualmente posee piezas de algunos de los artistas más representativos del período, como Antonio Dias, Wesley Duke Lee, Lygia Clark, Sergio Camargo, Helio Oiticica, Mira Schendel, Wyllis de Castro, Waldemar Cordeiro, Volpi, entre otros.

Gradualmente, hemos ido expandiendo la colección a los años 70, 80 y 90, para incluir algunos de los contemporáneos más relevantes, como Ernesto Neto, Leda Catunda, Jac Leirner, Adriana Varejao, Tunga, Miguel Rio Branco y Claudia Andujar, además de figuras más contemporáneas.

La idea de ser la promotora de una feria de arte moderno y contemporáneo en Brasil, surgiría tiempo después, cuando regresó a su país natal luego de estar ausente por algún tiempo.

Cuando regresamos a Brasil en 2004, nuestra participación en las artes ya era parte de una vida cotidiana. Era un círculo tan cariñoso de amigos e historias y emociones que queríamos expandir el sentimiento a un círculo más amplio de personas. La idea de una feria de arte surgió casi naturalmente y soy muy afortunada de poder trabajar con algo que me gusta más: las artes y las personas.

Fernanda es de las personas que ven al arte como un fenómeno global, que ha sabido derribar con acierto las fronteras, valiéndose de las nuevas plataformas comunicacionales. Particularmente, en lo que se refiere a las creaciones artísticas provenientes de nuestro continente, la coleccionista y directora de SP-Arte se muestra muy entusiasta.

La idea de una feria de arte surgió casi naturalmente y soy muy afortunada de poder trabajar con algo que me gusta más: las artes y las personas.[/blockquote]

El arte latinoamericano finalmente ha conquistado la escena artística que tradicionalmente está dominada por el arte europeo y estadounidense. Tarsila do Amaral, uno de los fundadores e íconos del arte moderno brasileño, ahora está colgado en la pared del MOMA. Ese es un triunfo del arte brasileño.

Formada en derecho, ejerció la abogacía durante la mitad de su vida profesional, pero hace 14 años, decidió darle un vuelco a sus perspectivas.

Me considero un entusiasta del arte. Fue en 2005 cuando decidí aventurarme en el emprendimiento y establecer mi propio negocio, centrándome en lo que me encantaba hacer en mi tiempo libre: lidiar con el arte.

El arte latinoamericano finalmente ha conquistado la escena artística que tradicionalmente está dominada por el arte europeo y estadounidense.[/blockquote]

En el momento en que comencé a trabajar en SP-Arte, Brasil aún no tenía una feria de arte, así que me sentí bien al comenzar un evento como este en São Paulo y “recrear” aquí el éxito y el poderoso impacto que posee el circuito de arte de las ferias en el extranjero.

Con respecto a los desafíos que supone organizar un evento de estas magnitudes, Fernanda hace una mención especial a cada edición, consciente de que cada nuevo encuentro es una valiente exploración.

Creo que los últimos años han sido los más desafiantes, especialmente debido a los difíciles momentos sociales, políticos y financieros que ha vivido el país. En momentos como este, el arte se ha convertido en una poderosa fuente de inspiración y apoyo para nuestras creencias.

Brasil aún no tenía una feria de arte, así que me sentí bien al comenzar un evento como este en São Paulo[/blockquote]

Por lo tanto, la producción de un poderoso evento artístico cada año que puede afectar positivamente a 34.000 personas ha sido una verdadera inspiración y mi motivación en los próximos años. La feria se ha convertido en un lugar de diálogo, magia y esperanza.

Orgullosa de la madurez que ha adquirido su proyecto, Fernanda nos habla de los buenos síntomas de los que goza SP-Arte al día de hoy y las repercusiones que tiene en el mercado brasileño, así como de las expectativas que debemos albergar para futuros encuentos.

La feria se ha convertido en un lugar de diálogo, magia y esperanza.[/blockquote]

Completar 15 años con un crecimiento constante y una sólida reputación como evento líder en el mercado de arte de Sudamérica es un momento especial para todos nosotros.

Como un evento joven y conectado, la feria ha evolucionado en los últimos dos años en un festival, expandiendo su alcance a través de la ciudad, abarcando estudios de artistas, museos y galerías de arte y diseño.

Creemos en el impacto positivo de lo que hacemos, y expandir el evento a otras ciudades siempre ha sido un sueño por hacer.

 Fernanda Feitosa

 @fe10feitosa