El flamante Quai de l’Île de Vacheron Constantin
Esta casa de Alta Relojería tiene tradición, historia y muchísimo legado, y…
Esta casa de Alta Relojería tiene tradición, historia y muchísimo legado, y esto se traduce a sus piezas que aparte de poseer un mecanismo impecable, también ostenta de diseños muy elegantes, es por ello que han logrado convertirse en clásicos imprescindibles de los grandes coleccionistas. Vacheron Constantin se puede jactar también de ser la casa más antigua dedicada a este oficio artesanal; desde 1755 se han impuesto con sus creaciones en el intrincado universo de la confección de guardatiempos, y es precisamente el Quai de l’Ile una de sus más esplendorosas obras, destacada por poseer un Punzón de Ginebra, distinción que solo le es otorgada a los que logran resalta por su excelentísima calidad y la excesiva precisión de sus mecanismos.
El último en integrarse a la colección de Quai de l’Ile también posee los altísimos estándares de sus anteriores. A primera impresión resulta inevitablemente elegante con un brazalete de piel de Alligator Mississipiensis marrón que le ayuda a destacar, y el hecho de que sea el primer modelo de esta colección en tener una caja de acero inoxidable le aporta el protagonismo necesario a su debut. El fondo transparente de zafiro de cristal se conjuga perfectamente con la esfera plateada o negra opalina (dependiendo el modelo), y las agujas bañadas en oro de 18 quilates sirven para apuntar hacia los numerales -hechos de un material luminiscente blanco-. Lo más resaltante de esta nueva pieza relojera es su calibre 5100 -mecánico, automático- construido con 172 piezas, 32 rubíes y 60 horas de reserva de marcha.