¿Qué mira Paolo Gasparini?
“We live entirely, especially if we are writers, by the imposition…
“We live entirely, especially if we are writers, by the imposition of a narrative line upon disparate images, by the “ideas” with which we have learned to freeze the shifting phantasmagoria which is our actual experience”
Joan Didion
Las imágenes acontecen, se pasean frente a nosotros, independientemente de que las capturemos o no. Solo de vez en cuando emerge una narrativa, una línea que las unifica y les confiere coherencia. Con Rostros y ‘golpes’ en Venezuela, el fotógrafo Paolo Gasparini recuerda las imágenes de su vida y encuentra la correspondencia entre sus experiencias pasadas y su sabiduría presente en los espacios de Carmen Araujo Arte.
“Mi manera de ver es mi manera de pensar”, afirma el fotógrafo. De este modo, la pieza principal de la exposición revela una mirada dirigida hacia afuera, que increpa al poder y se preocupa por el dolor humano. Se trata de un fotomural de cinco metros denominado Caracas sinética, Maracaibo Technicolor, Gonzalo y las mujeres. Tanto en el mural como a lo largo de la muestra, Gasparini expone los símbolos de la democracia en Venezuela y sus incongruencias.
En palabras de Sandra Pinardi, allí encontramos “una realidad contradictoria, compleja e inestable, expuesta en la agitación del encuentro permanente entre una modernidad incipiente y la persistencia de formas de vida rurales, entre símbolos religiosos y situaciones caóticas, entre los carteles y la basura, entre la ciudad y sus descampados”, afirma la filósofa en el texto de sala.
Premio Nacional de Fotografía en 1993, Gasparini inicia su trayectoria a los 17 años, en su natal Gorizia. Para evitar alistarse en el servicio militar, migra a Venezuela, donde vivía su hermano Graziano. La cinematografía del neorrealismo italiano y los versos de Pier Paolo Pasolini han alimentado un imaginario que, con expresividad y maestría técnica, nos revela al mundo ofendido.