Enclavada en la isla griega de Hydra, la sede de la Fundación DESTE, otrora un matadero, ahora se convierte en el escenario perfecto para la exploración de George Condo sobre los marginados de la sociedad.
Si bien los personajes de Condo son ficticios, reflejan con agudeza la agitación psicológica y social de la modernidad. Para DESTE, Condo mezcla técnicas griegas antiguas con su estilo distintivo, dando lugar a una fusión inquietante entre esculturas minimalistas y figuras desquiciadas.