Maty’s, dirigido por el mismo equipo que nos trajo el templo Nikkei del pescado crudo, Itamae, ofrece una experiencia culinaria que va más allá de los ceviches.
Al igual que su comida, el salón de Maty’s inicialmente parece informal. No recurre a una decoración ostentosa, emplatados elaborados o colaboraciones con celebridades.
Es un espacio amplio, luminoso y lleno de música vibrante. Pero al observar con detenimiento, descubrirás la inspiración del restaurante: fotografías en blanco y negro de Maty, la abuela del chef y homónima del local.