3 claves del éxito y la fascinación por la silla Louis Ghost de Philippe Starck
Desde su presentación, hace 20 años, la silla Louis Ghost o simplemente Ghost de Philippe Starck se convirtió en un hito contemporáneo del diseño industrial con sus formas transparentes que recuerdan las butacas Luis XVI
Es como un recuerdo espectral de las butacas de la época de Luis XVI, que se caracterizaban por su estilo neoclásico con un diseño de óvalo en el respaldo, apoyabrazos y patas verticales que, ornamentadas, parecen unas columnas. La Louis Ghost de Philippe Starck evoca ese tipo de silla, pero producida en la modernidad: fabricada en plástico y moldeada como una sola pieza, sin trabajo de carpintería o tapicería. Como originalmente era transparente sin color, se le llamó Ghost (fantasma).
Es una silla concebida para interiores, para darle un toque elegante, a la vez actual, al comedor. Sin embargo, puede usarse como silla secundaria en la sala y hasta para exteriores debido a su resistencia. La Louis Ghost también se distingue porque es apilable, está hecha para resistir el paso del tiempo y es 100% reciclable.
Es una de las sillas más vendidas de Kartell, marca dedicada a producir mobiliario y elementos decorativos de plástico. Desde que la Ghost se presentó, en Milán, en octubre de 2002, se cuentan más de 2 millones de piezas vendidas.
Pero, ¿por qué se ha convertido en un ícono del diseño de principios del siglo XXI?
1. Creada por los recuerdos
Detrás de la Ghost se encuentra la mente de uno de los diseñadores y arquitectos más prolíficos de la actualidad, Philippe Starck (1949), quien también crea sillas, mesas, espejos, bicicletas, motos, edificios y hasta exprimidores de cítricos (el famoso Salif de Alessi). Una de las claves del éxito de Starck ha sido crear objetos que provocan un vínculo emocional con los usuarios, un sentimiento que trasciende la funcionalidad del artículo al enlazar su uso con un impacto positivo en nuestras vidas.
La Ghost no solo es una silla confortable, estética, fuerte, versátil (sirve para el exterior o el interior), resistente y práctica por ser ligera y apilable, sino que nos trae a la memoria sillas antiguas, aunque su silueta etérea nos advierte que se trata de un recuerdo. El mismo Starck lo resumió cuando la Ghost cumplió 10 años: “El éxito universal de la silla Louis Ghost no proviene de su diseño, sino de la memoria colectiva. La Ghost ha sido producida por nuestro subconsciente colectivo y es el resultado natural de nuestro pasado, nuestro presente y nuestro futuro”.
2. Una silla en una sola pieza
Además de rememorar un diseño reconocible e histórico, es un hito, ya que forma parte de las primeras sillas totalmente transparentes. La Ghost es producto de extensos estudios e investigaciones sobre el alcance del policarbonato, un termoplástico 200 veces más fuerte que el vidrio, más resistente a los químicos y altas temperaturas que el acrílico. Starck la concibió para Kartell, que la produce mediante inyección de policarbonato en un solo molde, por lo que el resultado es una pieza sin uniones y sin costuras.
3. Silla en evolución
Aunque al principio era transparente sin color, luego se produjo en policarbonato ligeramente teñido (ahumado, verde, azul claro, amarillo y naranja), también en tonos sólidos de blanco y negro. Su exitoso diseño dio origen a tres modelos transparentes en policarbonato: Victoria Ghost, que no tiene reposabrazos, el taburete Charles Ghost y la Lou Lou Ghost, que es la versión para niños. Pero también se ajusta a las exigencias actuales como cuando se coloreó en rosado para celebrar el 50º aniversario de Barbie o permite intervenciones, con fines de subastas benéficas, como las que le han hecho artistas y diseñadores como Elizabeth Garouste y Jean-Charles de Castelbajac.
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