Max Brown Hotels: encanto europeo
Al cruzar el umbral de un hotel, los sentidos siempre buscan ser…
Al cruzar el umbral de un hotel, los sentidos siempre buscan ser seducidos por las particularidades de cada espacio. Un buen café, una cama cómoda, la cercanía a los mejores lugares de la ciudad y la armonía de las pequeñas cosas componen la especialidad de Max Brown Hotels. Con cuatro sedes en Europa y una próxima en proceso, esta firma se propone ser un lugar de confianza para aquellos que viven de los esenciales en su máxima expresión. Sin lujos ni excentricidades, cada una de sus sedes se encarga de maravillar con su repertorio.
Su establecimiento de Canal District en Ámsterdam se desarrolla en tres casas históricas en el canal de la ciudad, contando además con las decoraciones del artista local Gino Bud Hoiting. Por otra parte, la segunda estancia en la capital holandesa tiene un aspecto más campestre al florecer en casas tradicionales de pueblo a las afueras de la ciudad. Otros hogares fugaces al estilo Max Brown están en Dusseldorf y en la parte excitante de Berlín, bautizado como Ku’damm. Este último, por quedar en una transitada zona residencial, abre su restaurant y bakery Benedict las 24 horas.
El que viene se encontrará en la elegante ciudad de Viena y seguramente tendrá la esencia de la cadena Max Brown, con una imponente huella en el turismo europeo, acobijando a sus huéspedes en las comodidades de los detalles bien hechos y en los espacios diseñados con esmero y pintoresca modernidad.