Fue el primer cronógrafo integrado de cuerda manual desarrollado después de la era del cuarzo, simbolizando el regreso a la relojería clásica. El año pasado, Jaeger-LeCoultre presentó el Reverso Tribute Chronograph, un modelo Duoface que rendía homenaje a ese clásico de los 90, con una evolución de su movimiento y un diseño actualizado.
Ahora, el modelo regresa en una nueva edición limitada en oro rosa, donde este noble metal se emplea no solo en la caja, sino también en la esfera y los puentes del movimiento, aportando un estilo que se distancia del cronógrafo original y se acerca a la estética de finales del siglo XX.