En una colaboración con The 1916 Company, la relojera suiza Tudor inauguró una boutique de 500 pies cuadrados en Cherry Creek, en Denver, que refleja la distintiva estética de la marca, con los colores rojo, negro y blanco predominantes. La esencia audaz de Tudor se transmite a través de vitrinas inmersivas y colecciones que fusionan lo contemporáneo con lo clásico.
“Nos sentimos honrados y emocionados de compartir la experiencia Tudor con nuestra creciente comunidad”, comentó Damon Gross, presidente de The 1916 Company. “Tudor ha sido un socio clave para nosotros desde su regreso al mercado estadounidense hace más de una década”.