Rick Owens: postapocalíptico, humano y eterno
Foto: Danielle Levitt | Imagen via: businessoffashion.com Romper con los formalismos de…
Foto: Danielle Levitt | Imagen via: businessoffashion.com
Romper con los formalismos de corte y modelado, jugar con las siluetas, agrandar dimensiones y ejercer un cuestionamiento profundo sobre el cuerpo, la belleza y el control, es el fundamento de lo que Rick Owens ha construido durante sus casi 30 años de carrera como artista y diseñador.
Eso que conocemos como antifashion, no es más que el deseo de ciertos diseñadores de ir contra corriente, de ejercer una narrativa propia sobre sus creaciones y de generar un impacto cultural no mediado por las grandes empresas que dictaminan tendencias. Rick Owens, así como otros creadores de su naturaleza, diseña con la mirada puesta en el futuro, para matar, transformar y renacer la cultura en algo más que costuras y temporadas: para darnos algo eterno.
El negro y los tonos tierra característicos de su estética monocromática y postapocalíptica, le han dado un espacio privilegiado dentro del mundo del lujo, elevando su firma a la estratósfera de la exclusividad y la extravagancia sin perder el estímulo intelectual detrás de cada concepto y puesta en escena.
Apetito por la creación total
Colección otoño-invierno 2021 | Imagen via: rickowens.com
Joseph Beuys afirmaba que tan solo el acto de pelar una manzana era arte, porque el arte también implica una transformación de la naturaleza. Bajo esta idea de “arte total” y sobre el fundamento de que “todo ser humano es un artista”, la ropa también puede ser vista como ese medio para transformar los cuerpos, para darles formas únicas y para darle un giro más profundo a la moda.
No es extraño notar que la influencia del artista alemán y principal exponente del movimiento Fluxus pueda rastrearse en la obra de Owens. Como estudiante de arte en Los Ángeles, el diseñador nacido y criado en California, se nutrió de importantes corrientes estéticas, entre las que se incluyen, además, el kintsugi, la técnica empleada por los ceramistas japoneses enfocada en la admiración de lo imperfecto y la reconstrucción de piezas rotas amalgamadas con oro.
Si bien la infancia de Owens transcurrió en un hogar conservador en donde era obligado a leer sobre filosofía y a escuchar ópera por obligación de su padre, esto supuso una base intelectual de gran influencia, que luego con sus estudios de arte y durante sus años más rebeldes, le dieron la capacidad para conceptualizar grandes ideas y llevarlas a la materialidad del atuendo.
Profeta del Apocalipsis
Rick Owens y Kembra Pfahler por Annie Leibovitz (2001) | Imagen via: vogue.com
En una era en la que como dice Jacques-Alain Miller, “la imagen reina” y en la que diariamente recibimos alrededor de 2.500 elementos publicitarios, Owens ha decidido, desde sus comienzos, zanjar ese exceso de mercantilización manteniendo su firma independiente en el espacio de lo exquisitamente exclusivo, de la sustancia bajo la superficie. No obstante, fue gracias a la imagen que el diseñador logró consolidar ese control que tanto anhelaba.
Si bien estableció su firma en 1994, no fue sino hasta el 2002 cuando Anna Wintour llamó a Annie Leibovitz para que fotografiara al nuevo diseñador como parte del próximo número de Vogue. En la fotografía junto a la artista Kembra Pfahler, Owens posa con su cuerpo musculoso y bronceado sin camisa frente al espejo, cristalizando su identidad ante el público y ubicándose en el radar de los grandes de la industria.
Con más de 20 años de trayectoria, Owens ha construido una firma sinónimo de posibilidad y de creatividad total, capaz de cuestionar la belleza y los parámetros del cuerpo a través de una estética que integra lo punk, el minimalismo y que además, le ha llevado a ganarse el apodo de “Profeta del Apocalipsis”.
De lo humano a lo post humano
Colección primavera 2015 | Imagen via: vogue.com
Con el pasar del tiempo, Rick Owens ha alcanzado estatus de culto por sus diseños radicales y por esa indiferencia que hace tan seductora sus creaciones. En una industria fuertemente corporativa, su firma independiente destaca por la libertad y desfachatez con la que genera oposiciones y cuestionamientos sobre la moda; por eso lo que se conoce como “antifashion” le define a la perfección.
Luego de lanzar colecciones únicamente en exclusivas boutiques en Los Ángeles durante los 90 y de convertirse en marca independiente, Owens ganó control y agencia sobre su propio nombre estableciendo su atelier en París junto a su esposa Michèle Lamy. En este espacio de total creatividad, Owens ha dado vida a su propio mundo y con cada colección nos ha invitado a formar parte de él.
Cada show en la pasarela ha sido una ocasión para generar conversación, escándalo y reflexión sobre la moda, los estándares de belleza y la inclusividad. En el 2013, causó sensación en la pasarela cuando al presentar su colección de primavera invitó a unas bailarinas de step para modelar sus piezas, demostrando la diversidad de cuerpos y el esfuerzo por sacudir la industria incluyendo razas y tallas distintas.
En el 2015 creó una experiencia surrealista en las pasarela de París, cuando para su colección de primavera decidió que las modelos caminaran cargadas entre sí, todo esto para plantear un comentario sobre la fuerza del trabajo en comunidad.
Colección primavera 2013 | Imagen via: vogue.com
El glunge y las piezas de culto
Converse x Rick Owens (2021) | Imagen via: converse.com
Si bien las maneras poco ortodoxas de mostrar sus prendas han generado escándalo y asombro en la industria, es precisamente este desparpajo y esta habilidad para integrar grandes conceptos a su propuesta, lo que le ha ganado famosos seguidores como Courtney Love, Rihanna o Kate Moss.
El glunge, término que acuñó el propio diseñador para describir su estética y que amalgama el glam con el grunge, ha permeado en sus peculiares creaciones hoy consideradas piezas de culto. Quizá la biker asimétrica que le dio fama o las faldas masculinas son el indicador más preciso de ese glunge que ha desarrollado Owens durante su carrera, pero también sus famosos sneakers, una interpretación irónica en principio, convertida de pronto, en una de sus creaciones más vendidas.
Y es precisamente esa excentricidad lo que ha llamado la atención de marcas tan diversas como Dr. Martens, Birkenstock y más recientemente Converse, con las que el diseñador ha producido interesantes colaboraciones. De pronto la moda se hace amplia y las reglas se diluyen en el mundo altamente inclusivo y creativo de Owens, las fibras son permeables y las ideas infinitas, así como lo humano y lo que es posible más allá de la carne, más allá de los cuerpos.
Un planeta propio para la eternidad
Rick Owens: Furniture (2017) | Imagen via: moca.org
A sus casi sesenta años, Rick Owens ha generado un cuerpo de trabajo que trasciende las disciplinas y los estándares estéticos de la moda y del arte. Ha creado un mundo propio, una narrativa del control sobre sí mismo y sobre su obra que ha tomado la forma de un espacio minimalista, postapocalíptico e intelectualmente denso.
Si bien sus shows en la pasarela, radicales y espectaculares, han funcionado como performance que buscan penetrar el mundo de la moda y diluir los límites entre esta y el arte, también su apetito por total libertad creativa se ha expandido inevitablemente a otros ámbitos como el diseño de mobiliarios y la escultura.
Desde el 2007, Owens ha aplicado su sensibilidad punk y anarquista al diseño de muebles, inspirado en el brutalismo arquitectónico y en su característico minimalismo. Ha creado elegantes piezas en mármol, así como también en madera, alabastro y concreto. En el 2017, el Museo de Arte Contemporáneo de Los Ángeles (MOCA) organizó una retrospectiva del diseñador en la que figuraron sus piezas más importantes. Con la instalación Rick Owens: Furniture, el diseñador también celebra sus casi dos décadas de colaboración creativa junto a su esposa Michèle Lamy.
Imagen via: dazed.com
El mundo que ha construido Owens para sí, ha reconfigurado los espacios de creación artística, definiendo una estética que trasciende y que pone en cuestión reglas e ideas preconcebidas sobre la belleza y los límites entre el arte y la moda. Rick Owens encarna la máxima de Beuys “todo lo que está bajo el sol es arte” y con ello ha transformado su mundo, construyendo un lenguaje propio que perdurará de aquí a la eternidad.