¿Chelas artesanales? Otra ronda, por favor
Esto de tomar chelas en México es una cosa muy seria. Y…
Esto de tomar chelas en México es una cosa muy seria. Y cómo no, si el consumo de cervezas anuales por cada mexicano en 2018 fue de 65 litros, es decir ocho más que los 57 que se consumían hace cinco años, de acuerdo con los datos de Cerveceros de México.
Pero en esta segunda entrega sobre la pujante industria cervecera artesanal mexicana no venimos a hablar de número, venimos a hablar de buenas chelas, cosa muchísimo más seria aún.
Cervecería Reforma
Para comenzar la ronda de chelas vamos a la Ciudad de México en donde, desde 2015, se establece la Cervecería Reforma, en la cual se sienten muy orgullosos de sus orígenes como parte de una identidad, sin perder el sentido urbano de la ciudad donde fue creada.
Esta cervecería comenzó con dos tipos: una Ale dorada, estilo Kölsch, inspirada en las clásicas cervezas europeas; su nombre es Magana Imperial. Y la otra una Ale roja, la Templo Mayor, de color ámbar rojizo en la que se distingue un sabor a caramelo y tostado de la malta. Con esta última se percibe ese sentido de orgullo del que presumen modestamente.
Pero como en Reforma la innovación es la costumbre desde finales del 2016 editan otra Templo Mayor, pero esta vez una Porter mexicana que se elabora con 4 maltas, aguamiel de maguey, cacao tostado de Oaxaca, canela y una ligera infusión de mezcal. Una buena cerveza para celebrar un pescado a la brasa, muy doradito, como el huachinango a la talla o, mejor, unos charales asados en leña.
Cervecería Nacional Morelo
La Nacional Morelo es el orgullo de Michoacán. Esta cervecería empezó con 3 nombres que son expresión de esa doctrina: La Fusil, una Pale Ale pálida y espumosa; la Nación, una Pale Lager color claro hecha con maltas tipo Pilsen; y también la Siervo, una Belgian Witbier, pálida cerveza que debe su color a la gran proporción de trigo blanco y avena, que no es filtrada y, por último, la poca floculación de la levadura. Quizás su excelente gusto es porque contiene cáscara de naranja y semilla de cilantro para complementar sus sabores.
El maridaje perfecto de la Siervo son los uchepo, muy típicos de Michoacán. Se tratan unos tamalitos de maíz tierno molido y con sabor ligeramente dulce que se sirven con queso cotija o un suave queso crema.
La Cervecería Nacional Morelo luego presentó la Mosquete y la Sir Edward; Amber Ale la primera y la otra una Scotch Ale.
Cervecería Bocanegra
En este recorrido etílico de cervezas artesanales pasamos al Estado Libre y Soberano de Nuevo León. En Monterrey, su capital, está la Cervecería Bocanegra que es un referente en este rubro desde su fundación.
Nació como un proyecto de amigos para regalar en una navidad y desde ese momento hasta ahora ya llevan cinco sabores: la Pilsner de aroma floral y color claro; la Dunkel, tipo Weissen de Bavaria, con sabores espaciados a plátano, naranja y clavo.
Estas dos fueron sus primeras cervezas, diseñadas para acompañar la comida de Monterrey y propias a su temperamento. Para uno de los socios de la cervecería, Sergio Elías Gutiérrez, el mejor maridaje es con un amigo y una sonrisa. Pero no va mal acompañar unos nopales al ajillo junto a un cabrito lechal al horno con la Dunkel de la casa.
Las otras tres son una Ale, una Wheat y una Weizen. Todas ya se encuentran conquistando mercados internacionales.
Cervecería Refrán
Con la chela del estribo, llegamos a Tamaulipas, de donde es la Cervecería Refrán. Los socios decidieron ese nombre porque creen que la palabra “tiene mucho en común con la cerveza, ambos son de origen popular y se trasmiten de generación en generación, siempre dejando una enseñanza y una experiencia”
Sus cervezas estrellas son Blonde y Brown. La primera del tipo Ale clara y la segunda del tipo oscura. También tienen otras, la Mr. Tottem es una Oatmeal Stout, de un color oscuro intenso con un delicioso aroma a café y chocolate. Mientras que la navideña Cascanueces es una Winter Ale ideal para las fiestas.
Además también destaca la sabrosa Jackalope, una American Pale Ale de intensos aromas florales y cítricos es de color dorado. Por otro lado, la aromática Coffee Porter es una birra refrescante de color oscuro y sabor a café.
Finalmente queremos resaltar la Greca, una fruit beer de aspecto rosado y delicioso sabor a frambuesa, ideal para refrescar las picantes comidas azteca o, tal vez, un huatape de camarón, esa típica sopa de las costas de Tamaulipas.
Y por cierto, en mi casa la del estribo jamás es la última… es el refrán familiar.
Cervecería Buscapleitos
De está cervecería gusta la variedad que brinda y también su nombre: Buscapleitos. La describen como cervezas de carácter y, además, hechas a mano. Definitivamente un juego de palabras súper divertido.
Con la Cervecería Buscapleito nos devolvemos a la Ciudad de México, específicamente a Xochimilco, una de sus 16 alcaldías. Acá ni filtran las chelas ni las pasteurizan, por eso sus gustos, aromas y colores están inalterados.
En Buscapleito cuentan con 4 tipo de cervezas: la Special Bitter, de color naranja otoñal -y el de su espuma blanco roto- tiene aromas cítricos y frutales, de igual color naranja otoñal, pero de espuma nácar. Está la India Pale Ale su aroma es yerbal y cítrico. También se puede disfrutar de la Porter, la cual presenta gran carácter con su color marrón nocturno y su fina capa espumosa.
Y finalmente, también de color marrón y espuma compacta de tono crema, la deliciosa Brown Ale. Perfecta para acompañar un par de tacos mixiote de res o, por qué no, unos de cabrito a la leña, con bastante chile piquín.
Para cerrar la ronda, diremos como nuestros cuates mexicanos: “¡Todas las chelas que reseñamos están bien chingonas!“