Moda Clandestina
A favor del emprendimiento y con hambre de hacer moda, Clandestina nace…
A favor del emprendimiento y con hambre de hacer moda, Clandestina nace en ningún otro lugar que La Habana, Cuba, para otorgar tanto al público local como al internacional un producto 99% de la isla. Idania Del Río y su socia, Leire Fernández, llevaron adelante una marca sustentable que sobrevive a partir de relaciones en todas partes del mundo. Desde el 2015, ambas diseñan franelas impresas en su tienda de La Habana Vieja, donde se dedican a inspirar a cualquiera que desee fundar su propio negocio en Cuba. Lo que demuestra que nada es imposible.
Siendo una tienda también en versión virtual y tomando en cuenta la imposibilidad de traslado de mercancía hacia los Estados Unidos, Del Río y Fernández concibieron un método un tanto ortodoxo, pero que les ha resultado efectivo, para lograr las respectivas entregas. El mismo consiste en enviar sus diseños en formato digital a una fábrica en South Carolina, donde imprimen franelas llegadas de un proveedor en Nicaragua. A partir de ahí, se envían a todas partes del mundo. Por eso el eslogan “99% cubano”. De esta forma ellas crean un producto nuevo, asequible y práctico en su comunidad, sin dejarse derrotar por factores como la escasez de materia prima.
Por otro lado, quienes conforman la dirección y ejecución de Clandestina son en su mayoría mujeres. Pues además de trabajar bajo un sistema sustentable y ecológico de reutilización, también apoyan los movimientos feministas y a la comunidad LGBTQ, declarando que su firma no tiene género. Definitivamente el hecho de ser mujeres, cubanas, ecológicas y colaboradoras con la comunidad de La Habana les hace un nombre en el diseño latinoamericano. No ha sido un camino fácil; al principio, Del Río y Fernández no sabían qué modelo de marketing implementar. Pero a lo largo de los años y la experiencia, Clandestina se ha convertido en un caso único y un ejemplo para todos los que quieren ser grandes, incluso desde un pequeño espacio.