El baile como fitness
Aunque pueda considerarse un ejercicio sencillo, bailar puede resultar una actividad extenuante…
Aunque pueda considerarse un ejercicio sencillo, bailar puede resultar una actividad extenuante que exige una buena condición física para que el bailarín alcance su máximo potencial. Disciplinas como el zumba, el ballet, la danza contemporánea e incluso la salsa casino pueden convertirse, con la ayuda de un profesional, en una excelente opción para todos aquellos que aborrezcan el gimnasio o no son fanáticos de los deportes y desean tener una figura tonificada.
Al escuchar música, nuestro organismo comienza a enviar impulsos al sistema nervioso central y con esto crea un estímulo positivo que impulsa la producción de endorfinas, las cuales motivan y elevan el nivel de energía en el cuerpo, de esta forma es como actúa el baile como alternativa fitness. Durante una clase de una hora con una rutina medianamente intensa, una persona quema alrededor de 600 a 800 calorías, lo que equivale a una sesión de entrenamiento arduo utilizando maquinaria especializada en un gimnasio, además se reduce la sensación de estrés , mejora el humor y convierten el ejercicio en algo ameno y divertido.
Uno de los beneficios más notables del baile es el aumento en la capacidad de resistencia, pues con la práctica nuestro cuerpo adquiere más vitalidad y fuerza, lo que ayuda a superar de forma más sencilla las clases. También el fortalecimiento de los huesos y el aumento de masa muscular es notable, pues la repetición de los movimientos y la fuerza con la que se realicen complementan cada rutina y la convierten en un trabajo de exigencia y fuerza.
Ya sea en la sala de la casa, en un salón de baile, en el gimnasio o en un parque, la práctica del baile se adapta a las necesidades de cada individuo y la misma evoluciona a medida que estas necesidades varían y de esta manera seguir causando un cambio positivo en mente y cuerpo.