La eternidad según Delvaux
Delvaux se ha convertido en un mito viviente. Cuando la marca fue…
Delvaux se ha convertido en un mito viviente. Cuando la marca fue fundada en 1829, un año antes de que Bélgica se independizara de los Países Bajos, ya había apartado su lugar indiscutible en la historia. En 1883 se convierten en proveedores oficiales de la Casa Real Belga y a partir de 1958, la marca comenzó a sumar divinas creaciones a colecciones que se mantienen herméticas en sobriedad, sencillez, belleza y lujo. Sus piezas, cuyo valor artístico es insuperable, son hechas completamente a mano para mantenerse fieles a lo que en sus inicios fue una idea que más tarde pasó a convertirse en el alma de la casa belga: la eternidad.
Además, Delvaux es pionera en utilizar –en una empresa de su naturaleza – el concepto de colecciones de temporada propio de la Alta costura. Para su colección Primavera – Verano 2016, la marca evoca la obra de grandes pintores como Monet y Poliakoff, para su línea femenina, y Magritte en el caso de los caballeros.