Journey

Freehand Hotel : combina lo nuevo y lo viejo de NYC

El hotel ocupa el espacio que antes ocupaba una operación de contrabando de la era de la Prohibición y, más tarde, un lugar de reunión de la mafia que vio pasar por sus puertas muchos tratos ilegales. 

Por: Rubén Carrillo
Freehand Hotel / Foto via freehandhotels.com
Freehand Hotel / Foto via freehandhotels.com

El Freehand Hotel de Manhattan, en la Avenida Lexington, es un lugar con una historia ecléctica que se refleja en su presente. 

Se dice que Keith Haring, Dee Dee Ramone y el poeta W. H. Auden fueron algunos de sus residentes anteriores, y en el pasado, este hotel y edificio residencial fue un centro para artistas, músicos y creativos. 

 

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Hoy en día, ese enfoque de vida libre se traduce en un hotel que se basa firmemente en sus laureles de diseño y arte.

Diseñado por Roman and Williams, que están detrás de las cuatro propiedades de Freehand, el espacio es creativo en cada esquina, aprovechando a algunos de los mejores artistas y creativos emergentes de Estados Unidos para crear un flujo colaborativo que se extiende desde los ascensores hasta las comodidades. No se ha dejado un rincón sin explorar.

En el vestíbulo, la fachada renacentista italiana se ve eclipsada por un interior moderno, el área de la sala de estilo Jacobean complementa la historia del edificio al tiempo que le agrega un toque moderno.

 

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 Los espacios compartidos son ricos en color y textura, con piezas retro inspiradas en los años 70 en madera y cuero flexible que contrastan con los detalles patrimoniales de las paredes originales del edificio. 

Las habitaciones están llenas de muebles personalizados, con madera oscura, colores naturales opulentos y toques texturizados, como el lino y la lana, que brindan esa sensación de hogar que todos los buenos hoteles nuevos realmente están logrando.

Son compactas, como es el estilo en Manhattan, pero aún tienen todo lo que uno necesita. Los baños son un punto culminante; dan la sensación de una estancia en el norte del estado más que un lugar de moda en el centro de la ciudad. La espectacular vista de la calle Lexington desde la habitación de la esquina fue un buen toque final. 

 

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Colaboración llena de arte

La colaboración del hotel con Bard College significa que cada habitación tiene una pieza personalizada de un artista emergente, con cientos de piezas a medida repartidas por todo el hotel. Entre los artistas se encuentran la escultora Leslie Fry, Louise Smith y Scott Vander Veen. La colección incluye desde murales hasta esculturas, dibujos y grabados, y proporciona un elemento de creatividad que no se ve a menudo en hoteles de esta escala.

 

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El restaurante del hotel se llama Comodo y es de inspiración latinoamericana. Cuentan además con el cercano bar Calico para tomar una copa por la tarde y la sala contigua Georgia Room, que lleva el nombre de la legendaria artista estadounidense Georgia O’Keeffe. 

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