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Trieste: la capital del café italiano

En un país con tanto amor por el café como Italia, los cafés se han convertido en un sitio común para compartir con familiares y amigos a diario. Sin embargo, en la ciudad de Trieste, lo llevan un poco más allá: tienen su propio lenguaje en código para ordenar café. Por esto y más Trieste es considerada la capital del café.

Por: Annabelle Torres
Trieste Capital del Café
Trieste Capital del Café

Renombradas marcas de café como Illy se encuentran ubicadas en Trieste. Y no están ahí por casualidad: el culto que le rinden los habitantes de Trieste al café es algo que no se ve en ningún otro lugar. 

 

¿Cómo empezó el amor por el café en Italia?

 

Se cree que el café llegó por primera vez a Italia en 1570, cuando el médico Prospero Alpini trajo granos de café desde Egipto, que luego vendería en las farmacias de Venecia. 

A pesar de que los italianos amaron el café desde su llegada, esta bebida traída de Egipto también despertó algunas sospechas debido a su asociación con el Islam. Algunos católicos lo llamaron «La bebida de Satanás» por lo que el Papa prohibió su consumo durante algunos años. 

Sin embargo, luego que el Papa Clemente VIII probó el café por primera vez, le pareció tan exquisito que permitió que todo el mundo lo tomara. 

Para mediados del siglo XVII varios sitios para beber café se establecieron en Venecia y en Viena. El café se había convertido en una bebida de lujo, disfrutada principalmente por los aristócratas. 

Para el año 1719 la ciudad de Trieste empezó a importar café traído del Imperio Otomano y empezó a surtir de café al imperio Austrohúngaro, incluyendo los cafés de Viena. 

Trieste Capital del Café

Trieste Capital del Café

El legado se mantiene

En la actualidad, el café continúa siendo un pilar importante de la economía de Trieste. 

Grandes compañías exportadoras de café se han situado en esta ciudad y cada octubre celebran el festival del café de Trieste, en el cual se reúnen para competir y elegir al mejor barista de la ciudad.

Los viajeros que visiten Trieste también tienen la oportunidad de visitar el casco central, donde aún conservan las fachadas de aquellos cafés de los años 1800s.