Perfumes y poemas
Es común creer que cada persona tiene impuesto un perfume como parte…
Es común creer que cada persona tiene impuesto un perfume como parte esencial de su personalidad. Siendo inconcebible que su aroma varíe drásticamente o que no complemente una especie de discurso individual. Sin embargo, Bon Parfumeur propone dejar que cada uno combine y encuentre su olor ideal. Un concepto moderno de perfumería que permite al comprador tener palabra sobre sus rastros.
En este caso son tres palabras. Tres ingredientes que son asignados a cada botella para su descripción a lo que se suma un número para su identificación y nombres poéticos. Esos tres ingredientes pueden variar dentro de cada set, los que son Rose, Sugar, Air, Fire y Seduction. Cada uno con sus particularidades, dulces, florales, cítrico o con toques de pino. Los mismos pueden combinarse al placer de cada nariz.
Este concepto fue producto del director creativo, Ronan Teissèdre, quien junto a seis jóvenes perfumeros crearon todas las fragancias combinables entre sí. Ellos son Nathalie Koobus, Philippe Romano, Karine Dubreuil-Sereni, Corinne Cachen, Alexandra Monet and Benoit Lapouza.
Y como si fuera poco, no solo es posible la personalización del contenido de su botella sino de su etiqueta. Con mensajes personales y detalles individuales hacen aún más imaginativa la sensitiva experiencia de Bon Parfumeur.