Gracias a Dios: corazón de México
México no es solo tequila, también es mezcal. Su historia destila estos…

México no es solo tequila, también es mezcal. Su historia destila estos dos licores cuyas diferencias pueden ser ajenas al gusto común pero evidentes a los ojos de los más conocedores. Por ejemplo, el tequila –de producción industrial– es propio del municipio Tequila, Jalisco, mientras que el mezcal proviene de Oaxaca y se obtiene por medios artesanales.
Gracias a Dios es una marca de mezcal, no de tequila. Sus productos de alta calidad disponen de ingredientes 100% naturales tratados con procedimientos ancestrales que, además, causan el menor impacto natural posible. Un maestro mezcalero, Oscar Hernández Santiago, vigila el proceso de maduración de las plantas (seis años como mínimo) y dirige el tránsito, desde la cosecha de la piña y su posterior cocción, hasta su entrada en la molienda para luego ser fermentado y destilado.
El final es el envasado, que depende del tipo: el mezcal blanco se embotella inmediatamente mientras que el reposado descansa tres meses en barricas de roble blanco. De este último paso se desprenden las distintas opciones que ofrece esta marca comprometida con sus orígenes.