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Rosmary Altuve: “Un concurso de belleza no era mi objetivo”

Antes de su vida de modelo profesional en Nueva York, Rosmary Altuve…

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Con apenas 23 años, Rosmary ya ha participado en Fashion Week de Londres y Nueva York. Foto cortesía de Rosmary Altuve

Antes de su vida de modelo profesional en Nueva York, Rosmary Altuve era una adolescente venezolana promedio miembro de una familia humilde con atesorados valores, momentos y con un sueño que se elevaba más allá de sus fronteras. Sin duda, para este ángel de ojos azules –y este adjetivo no es gratuito- el destino tenía algo grande preparado.

Desde pequeña, Rosmary se sentía atraída por juegos que anunciaban parte de su futuro: le gustaba maquillarse, peinarse, vestirse y bailar con soltura, como practicando para una pasarela o comercial en ese momento inexistentes pero sí creados en su mente. Formaba parte de una personalidad que cultivada entre edificios y paisajes citadinos con raíces en Boconó, una pequeña ciudad del estado Trujillo, Venezuela, lugar donde nació un 12 de abril de 1995 y del que siempre se ha sentido orgullosa:

Cuando nos mudamos a Caracas estaba muy pequeña, de manera que me acostumbré a la ciudad muy pronto, aunque iba muy seguido a Boconó a ver a mis abuelos en vacaciones. Pasábamos allá muy buenos momentos. Mis padres dieron todo de sí para otorgarme lo mejor, tanto en amor como en educación.

Y como siempre ocurre con las figuras que se consagran en pasarelas internacionales, Rosmary fue descubierta accidentalmente por un agente anónimo en alguna calle caraqueña mientras paseaba a su mascota. Corría el año 2013 y la propuesta fue la de sumarse a las filas del concurso de belleza más conocido de su país: el Miss Venezuela. Se concretó una cita con Osmel Sousa, aún presidente del concurso en ese entonces. El joven diamante asistió a la reunión, acompañada de su padre. Fue el momento de abrir los ojos a un escenario completamente nuevo para ella, pero, sin duda, uno al que perteneció desde que surgió en ella ese hábito de arreglarse cuando el asunto era apenas un juego.

“Mi mayor sueño, actualmente, es colocarme las alas de Victoria’s Secret”[/blockquote]

Tras un arduo entrenamiento lleno de entusiasmo, aquella cita no devino en una participación en el certamen, pero sí abrió una puerta para que Rosmary considerara tocar otra: la del modelaje. Su objetivo comenzaba a enfocarse:

La verdad fue una increíble experiencia, conocí a muchas personas muy bellas y empecé a aprender cómo era el medio y me gustó mucho. Pero no funcionó para mí. O al menos funcionó para darme cuenta de lo que no quería. Sentí más inclinación hacia el mundo del modelaje, de la moda. Ya sabía que un concurso de belleza no era mi objetivo.

Rosmary es de Boconó, Estado Trujillo pero vivió toda su infancia en Caracas. Foto cortesía de Rosmary Altuve

Aquel pequeño paso permitió que su rostro quedase grabado en la industria. El tiempo pasó y su sueño no se disipó. Apareció en su camino un visionario: Emiro Cantillo, cartagenero que se ha hecho un nombre como asesor de reinas de belleza y modelos. Entre otros logros, llevó a la colombiana Laura González Ospina a ser la virreina del Miss Universo 2017. Ese mismo año, Cantillo vio en Rosmary una joya venezolana hecha para brillar en la pasarela. Y el trabajo de ambos trajo sus frutos con la participación de la joven en eventos de renombre mundial como London Fashion Week y New York Fashion Week, dos espacios de los que Rosmary sólo conocía nombres y que habían sido el escenario de muchas otras figuras que hoy son sus colegas, como la brasileña Gisele Bündchen y la sudafricana Candice Swanepoel, en quienes se inspiró.

“Cada experiencia me dio una lección de vida y enseñanza, es gracias a ellas que he podido crecer”[/blockquote]

Así llegó la oportunidad para participar y convertirse en un “ángel” de la conocida firma estadounidense de lencería Victoria’s Secret, un título altamente codiciado. Emiro la llamó y le preguntó si estaba interesada. Dijo que sí, por supuesto. Pero no todo fue tan simple como suena. El proceso de participación fue riguroso y consistió en varias etapas. Primero se trataba de entregar portafolios y muchos documentos para pasar por el primer filtro de aprobación de la marca nacida en 1977. Rosmary venció ese primer obstáculo y para la segunda ronda, a principios de septiembre de este año, era necesario demostrar su talento para desfilar. En ese desafío se encontró con otras cincuenta aspirantes de todas partes del mundo persiguiendo, al igual que ella, las alas de ángel. Al no quedar entre las seleccionadas, Rosmary se propuso no decaer sino esforzarse más.

Rosmary nunca estudió modelaje. Foto cortesía de Rosmary Altuve

Victoria’s Secret fue un proyecto planteado en conjunto con mi manager Emiro Cantillo y mi agencia en Nueva York, The Industry. Este año no logramos concretar el show pero dimos un gran paso y fue lograr que la marca me conociera en su casting para el fashion show.

Y el esfuerzo se tradujo en contratos para trabajar con Calvin Klein y Maybelline New York para un comercial televisivo. También para ser la cover girl de publicaciones como Cosmopolitan y para editoriales de moda de Elle Magazine y Marie Claire, en las que ha dejado plasmada su belleza mediterránea con raíces latinoamericanas.

Represento a Latinoamérica en muchos sentidos; en mi trabajo a través de mi alegría, el cariño y el amor que le coloco a cada proyecto. Usualmente piensan que soy europea, pero al momento de posar y sonreír en fotos notan que soy latina y, justamente, demostrarlo orgullosamente es lo que me hace destacar.

La participación para obtener el título de “ángel” de Victoria´s Secret se tradujo también en llamadas de otras firmas como Guess y la revista Sports Illustrated, oportunidades que seguramente la ayudarán a escalar cada vez más alto hasta volar con sus propias alas. Entretanto, sus 23 años transcurren en The Industry, la agencia neoyorquina desde la que alimenta sus sueños con trabajo y sin perder su alegría característica.

Actualmente, Rosmary reside en Nueva York. Foto cortesía de Rosmary Altuve

 @rosmaryaltuve