Parmigiani Fleurier Tonda 1950 Meteorite: precisión cerúlea
Puede que Parmigiani Fleurier sea una manufactura de la que no todo…
Puede que Parmigiani Fleurier sea una manufactura de la que no todo el mundo está al tanto, pero que sus potentes máquinas de tiempo pasen aún desapercibidas es un error entre los conocedores y aficionados al mundo de la haute horlogerie, pues lo cierto es que la firma suiza, fundada en 1996 por Michel Parmigiani, se ha convertido en poco tiempo en un nicho relojero que sin duda, ha sabido dar excelentes frutos.
Quizá el punto de mayor atención hacia la manufactura se haya registrado en el año 2006 cuando se produjo el irreverente Burgatti 370, un modelo automotriz, inspirado en el extraordinario vehículo Burgatti Veyron, que dejó a todos con la boca abierta y se hizo merecedor del premio al reloj del año otorgado por la prensa japonesa. Pero sus otras series -la Tori, la Kalpa o la Tonda, por ejemplo- constatan la maestría con la que la manufactura ensambla el tiempo.
Esta vez, una edición limitada del modelo Tonda 1950 vuelve a poner a Parmigiani en el ojo del huracán relojero. La edición especial Tonda 1950 Meteorite no sobresale entre sus iguales solo por su espléndido diseño. Tampoco es el calibre PF 701 diseñado exclusivamente para los 7.97 milímetros de grosor de esta pieza lo que más sorprende. Sin duda, la belleza de este sofisticado guardatiempo reside en el abismal azul meteórico de su esfera.
Literalmente es una pieza de otro mundo. Los procesos por los que pasa el meteorito, fases que incluyen baños de ácido y numerosos cambios bruscos de temperatura, desembocan en el acabado final, espectacular por demás, pero siempre impredecible. De ahí precisamente el encanto de esta pieza que, con una caja de oro rosa y brazaletes Hermès de aligátor a juego con el dial, vuelve a poner a Parmigiani en el panorama de la alta relojería por su audacia, gracia y elegancia.