Ocaña: sabor sin tapujos
En el 2012 abrió sus puertas este concepto que reúne entretenimiento, bar,…
En el 2012 abrió sus puertas este concepto que reúne entretenimiento, bar, gastronomía e historia en un local lleno de detalles cuidadosamente restaurados. Rindiendo homenaje a José Pérez Ocaña, figura recurrente en Plaza Real y Las Ramblas durante la época de la liberación sexual y los movimientos alternativos en Barcelona, el Ocaña, con sus tragos creativos, detalles históricos, sabores que combinan lo tradicional con lo exótico, flores, drags y arte, es un lugar digno de conocer en la inmensa oferta gastronómica que ofrece la ciudad.
La extensa propuesta de vinos, cocteles y bebidas es una de las especialidades del Ocaña. Recientemente han renovado su carta, incluyendo tragos frescos y perfectos para el verano como el Melonita, que preparan con vino rosado, miel, melón, cachaza y kiwi o el Harley Quinn, hecho con tequila Don Julio, fruta de la pasión, vainilla, chile, lima, pomelo rosa y soda Cream. Cuentan con una extensa carta que ofrece rones, tequila, mezcal, gin, vodka y todo tipo de destilados de Latinoamérica y el resto del mundo. Estos tragos se pueden disfrutar en cualquiera de sus ambientes y de jueves a sábado en su increíble “apotheke”, un sótano con arcos de herradura, mocárabes, caligrafías y adornos vegetales como en una coctelería de Las Mil y Una Noches, pero con butacas Bauhaus.
La oferta gastronómica no se queda atrás. El gran local, que comparte cocina con una propuesta de sabores mexicanos llamada Ocaña DF, toma como base la tradición catalana y mediterránea con materia prima de excelente calidad que le aporta un toque de fusión y la eleva como experiencia. Para ellos, la informalidad y la sencillez no tienen por qué aludir a la simpleza y la falta de sabor, una máxima que demuestran en estos fogones cada día. Platos como las Navajas de Delta del Ebro con sal gruesa o el Gazpacho verde de pepino, berros, menta, cilantro, apio, jengibre, espárragos, guisantes y un toque de jalapeño le dan al comensal una primera idea de esa mezcla de culturas y despensas que se busca en el Ocaña. Cuenta su chef encargado, el peruano Omar García, que otro de los favoritos es la ensalada de pulpo, melón, escarola, parmesano y miel y el salmón marinado con remolacha, que sirven junto a una ensalada de pepinos en salsa cremosa de hierbas. Los platos del mar parecen ser las estrellas, con otras opciones como sus vieiras a la plancha con tomates semisecos, pesto de albahaca y flores comestibles y el gran cierre: la pata de pulpo gallego a la plancha servida con trinxat de patata sazonado con pimentón de la Vera y sal Maldon.