
El restaurante Mil, del renombrado chef Virgilio Martínez, practica la exclusividad en las lejanas alturas de la cordillera andina, promoviendo su estilo rústico y original
Funcionando casi en su totalidad como un centro de investigación, el restaurante Mil se encuentra en un espacio y momento trascendentales para la gastronomía peruana. En Moray, a 3568 metros sobre el mar en los Andes, el chef Virgilio Martínez expone su pasión por los ingredientes de altura y celebra el nacimiento de novedosas y rústicas propuestas para paladares exquisitos.
Además de su aporte a la cocina con Central –otro restaurante de su autoría que reúne lo mejor de Perú y sus fronteras– Martínez demuestra una vez más su aplomo por la denominada cocina de autor en su propia tierra, involucrándose, también, en producciones de chocolate y destilados caseros.



En Mil la atención es muy exclusiva y se reduce a un total de 20 personas recibidas solo a mediodía. A diario, el menú varía, pero siempre con la misma fórmula: ocho platos (que ellos identifican como “momentos”) con ingredientes excepcionales cultivados en la cordillera que impregnan de sabor y virtud cada bocado.
Este texto ha sido publicado en nuestra 5ta Edición Impresa de LUSTER MAGAZINE, Deferred Pleasures