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Leonardo Finotti: “El modernismo latinoamericano ha sido subestimado”

Es innegable que el florecimiento de alguna pasión manifiesta en la edad…

Por: Patricia Gonzalez
Leonardo Finotti
Leonardo Finotti. Foto: cortesía de Leonardo Finotti.
Leonardo Finotti. Foto: cortesía de Leonardo Finotti.

Leonardo Finotti. Foto: cortesía de Leonardo Finotti.

Es innegable que el florecimiento de alguna pasión manifiesta en la edad adulta halla su anclaje en las vivencias de la tierna edad; ese momento de la vida en el cual mundo se descubre ante los ojos vírgenes de un niño que todo lo aprehende con asombro y la más genuina emoción. Todo es nuevo, todo es avasallante, inalcanzable, pero basta con decantarse por una idea y perseguirla para poder convertirse en un notable, incluso, el contexto dictamina –en numerosas ocasiones- en quien te convertirás: La arquitectura está presente desde que nací, ya que mi padre era estudiante de la FAU-USP (Facultad de Arquitectura y Urbanismo de la Universidad de São Paulo) cuando yo era niño. Pero hace falta ese momento de revelación, aquel que te da en la cara y te dejar ver de qué estás hecho: En paralelo estudié fotografía y arquitectura. Tengo la enorme suerte de haber podido hacer convivir mis dos pasiones en una sola. La pasión por la arquitectura nunca desapareció, yo diría que todo lo contrario, pero se canalizó a través de la fotografía. Para mi mirar es también proyectar.

Río Enquadrado by Leonardo Finotti. Foto: cortesía de Leonardo Finotti

Río Enquadrado by Leonardo Finotti. Foto: cortesía de Leonardo Finotti

Si bien mirar es también proyectar, Leonardo Finotti ha proyectado con absoluta devoción el quehacer arquitectónico latinoamericano a través de su lente con el desparpajo de un “activista cultural”, tal y como él se proclama, pues no en vano su nombre figura en las principales publicaciones de arquitectura y diseño debido a su ojo entrenado por la Escuela de Arquitectura de la Universidad de Uberlandia (UFU – Universidade Federal de Uberlândia) conjugado con su pasión por la fotografía, tutelado por Thomaz Harrel quien le contagió su amor por la reproducción de imágenes.

Río Enquadrado by Leonardo Finotti. Foto: cortesía de Leonardo Finotti

Río Enquadrado by Leonardo Finotti. Foto: cortesía de Leonardo Finotti

Aunque la fotografía y la arquitectura pueden confluir simbióticamente y dar al retratista innumerables ángulos y perspectivas para la consumación de una buena foto, es indispensable que detrás de la imagen haya esa suerte de espíritu que enriquece el aura del edificio que se yergue en cualquier rincón de Latinoamérica; es impensable que exista una fotografía que no hable por sí misma y le grite al mundo cual es la razón por la cual existe y qué es aquello que a través de su corporeidad pretende perpetuar a través del tiempo: Una buena foto de arquitectura debe comunicar una particularidad de un proyecto, destacándola sin perder la globalidad, el hecho de que forma parte de un todo. El conjunto de fotos, lo que yo llamo el ensayo, deberá ser capaz de transmitir toda la idea. Sacar una buena foto de arquitectura no es difícil, pero sí es difícil conseguir un ensayo que en pocas fotos sea elocuente. A mí siempre me ha atraído la geometría de los espacios, de las fachadas, y las que dibujan las sombras. Como una colección de Alta Costura o como una antología poética, el ensayo fotográfico debe convergir en un mensaje unívoco, avivando la voz de su creador y delineando su proceso creativo paso a paso, pero no sin antes experimentar una y otra vez con su pasión y lograr la excelencia.

Río Enquadrado by Leonardo Finotti. Foto: cortesía de Leonardo Finotti

Río Enquadrado by Leonardo Finotti. Foto: cortesía de Leonardo Finotti

Los primeros pasos del artista o del creador no siempre son los más certeros, pero en el caso de Leonardo Finotti, sus trabajos iniciales –Cromofotografopolis (2000) o Impercepções (2001-2002)- significaron su advenimiento en el mundo de la fotografía de arquitectura, aunque el autocrítico fotógrafo considere otro de sus logros parte de su ritual iniciático: En fotografía de arquitectura, mi primer trabajo relevante fue en Lisboa para el estudio de paisajismo PROAP. Ellos habían representado a Portugal en la Bienal de Venecia en el 2002, y yo les ofrecí fotografiar su nuevo Parque do Tejo; si les gustaba el trabajo me comprarían las fotos. Estuve una semana entera fotografiando el parque, y tanto les gustó el ensayo que terminé fotografiando su obra completa; convirtiéndose el lustro entre 2000 y 2005  una época fructífera para Leonardo Finotti, pero, sin duda, en 2007 hubo un antes y un después en su carrera profesional pues fue cuando tuvo lugar su exposición individual 100 Years, 100 photos, 100 works: Oscar Niemeyer by Leonardo Finotti: Yo estaba viviendo en Portugal, por lo que hacer un trabajo sobre Niemeyer obligatoriamente me llevaría a trabajar a Brasil. Destaco eso como primer aspecto importante: fue una forma de reencuentro con la arquitectura de mi país, con el clima y la geografía tan especial de Brasil. Además fue también mi primer encuentro con la arquitectura moderna de América Latina, que luego sería uno de los ejes de mi trabajo, y finalmente me permitió empezar a pensar en el trabajo autoral en fotografía de arquitectura, acercándome de a poco a una visión más artística, que comparto hasta el día de hoy con mi mujer Michelle, que suele curar mis exposiciones.

Identidade latinoamericana by Leonardo Finotti. Foto: cortesía de Leonardo Finotti

Identidade latinoamericana by Leonardo Finotti. Foto: cortesía de Leonardo Finotti

Como en toda labor que signifique tomar decisiones trascendentales y dejarse llevar por el entusiasmo que implica hacer lo que más se disfrute hacer, Finotti tomó partido de esa primera experiencia con el trabajo de Niemeyer para explorar un terreno baldío, casi desconocido y hacer de ello su nueva insignia, pues en palabras del fotógrafo “Suramérica no tiene una gran cultura en cuanto a la documentación, y lo que respecta a la arquitectura, el modernismo latinoamericano ha sido subestimado”, convirtiéndose en un verdadero lujo poder ser ese “activista cultural” que ha retratado Latinoamérica desde una perspectiva curada, distinta, que muestra un absoluto refinamiento y hacer relucir hasta lo más austeros ángulos: São Paulo es la primera que se me viene a la cabeza, por su arquitectura Moderna, y por la continuidad que llega hasta hoy, de la mano de arquitectos como Paulo Mendes da Rocha. El problema de la arquitectura Latinoamericana en general es de valoración, y de cuidado; es un problema cultural. Mi trabajo sobre la Arquitectura Moderna de América Latina, recogido en varias exposiciones y ahora en un libro publicado en Suiza por Lars Müller (A Collection of Latin American Modern Architecture) intenta revalorizar esta arquitectura, y verla también como un fenómeno que trasciende las ciudades y las fronteras.

Exposición Latin American Collection en Galerie 94 en Banden, Suiza. Foto: cortesía de Leonardo Finotti

Exposición Latin American Collection en Galerie 94 en Baden, Suiza. Foto: cortesía de Leonardo Finotti

Es un error no seguir los pasos de este fotógrafo brasileño que se perfila como uno de los más destacados del temprano siglo XXI y cuyo trabajo honra lo hecho en Latinoamérica desde la perspectiva del lujo austero, de ese lujo que tiene la gran capacidad de “lograr algo bello, armónico, con materiales muy baratos, como hacen actualmente algunos arquitectos en Paraguay y como se hacía en São Paulo hace cincuenta o sesenta años, cuando la arquitectura media era ya muy buena”. Incluso, actualmente se puede atestiguar su excelso trabajo en la Galerie 94 en Baden, Suiza que armoniza tres exposiciones diferentes de los últimos años y cuya muestra fue titulada Latin America Collection: una pequeña retrospectiva de mi trabajo autoral. Esta muestra nos ha permitido comprobar que este camino paralelo (con muchos puntos en común con el trabajo cotidiano) tiene fuerza propia, establece un discurso personal. La exposición de Niemeyer, de la que hablamos antes, fue una exposición de fotografía, pero en general la gente veía una exposición de edificios. Creo que estas nuevas exposiciones ponen el foco en la fotografía, sin entrar en competencia con lo fotografiado. Ese es el camino que estoy recorriendo ahora, esa relación entre fotografía de arquitectura y arte.

Pelada. Foto: cortesía de Leonardo Finotti

Pelada. Foto: cortesía de Leonardo Finotti

Relación que deseamos perdure en el tiempo y en la infinitud del documento fotográfico, pues poder apreciar el esplendor de la arquitectura latinoamericana  y el discurso que se genera a través de la reconexión de la relación espacio – tiempo a través del espléndido lente de Leonardo Finotti es un privilegio que muchos deberían poder disfrutar.

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