Caracas, la gentil x Maison Numen
Desde la plácida cumbre, Colon señalaba el caos de donde veníamos. Habíamos…
Foto: cortesía Maison Numen
Desde la plácida cumbre, Colon señalaba el caos de donde veníamos. Habíamos llegado nuestro primer destino. El reto fue subir por un centenar de escalones que parecían multiplicarse conforme avanzábamos. Una vez arriba, Caracas se había reducido. Ahora, la veíamos libre del afán de quien la habita, como si fuésemos pequeños dioses que, desde las alturas, atestiguan el apresurado paso de la vida. Estábamos en El Calvario y apenas iniciaba la ruta que Maison Numen había trazado para convertir a la ciudad en nuestra cita ideal para el Día de San Valentín con su iniciativa Caracas My Valentine.
Foto: cortesía Maison Numen
El equipo de Soy tu guía fue el oficiante haciendo desaparecer la ciudad actual con sus relatos y llevándonos al pasado dominado por Antonio Guzmán Blanco, aquel cuya visión quiso convertirla en una segunda París con paseos, monumentos, jardines y gansos. Del Paseo Guzmán Blanco, como fue bautizado en un principio, pasamos al Paseo Independencia, nuevo nombre para un mismo sitio que ahora se ampliaba bajo el mandato de Joaquín Crespo y así poco a poco fuimos avanzando en su historia hasta llegar a nuestros días. Luego del viaje en el tiempo, visitamos otro ícono de la ciudad: el Panteón Nacional, antigua Iglesia de la Santísima Trinidad, un edificio que data de 1780 y donde descansan los restos de los personajes ilustres de la historia de Venezuela.
Foto: cortesía Maison Numen
Foto: cortesía Maison Numen
Foto: cortesía Maison Numen
Casa Veroes fue el punto final del recorrido. Nos recibió con almuerzo y música criolla en compañía de la nueva colección de Maison Numen estratégicamente dispersa por todo el lugar. Objetos con historia que completaban una experiencia sensorial donde nos reencontramos con la ciudad que amamos.
Foto: cortesía Maison Numen
