
París siempre ha sido la capital del verdadero lujo a través de la historia
Reyes, reinas, zares, príncipes, princesas, jefes de estado… y todo aquel que quiere participar de esta magnífica experiencia tiene muy claro que en la ciudad luz se encuentran los mejores artesanos en infinidad de disciplinas. Me interesé por conocer las dos caras del camafeo detrás del lujo masculino que representan los zapatos Berluti, y fui a investigar el trabajo que supone crearlos para sus privilegiados clientes. Al entrar en los ateliers de la casa en plena rue Marbeuf, donde se realiza todo el trabajo Haute Chaussure, lo primero que impacta es el envolvente y penetrante aroma de los cueros y pieles, parte esencial de esta gran experiencia.

Alessandro Sartori
Director creativo de Berluti
¿Cómo se desarrolla la dinámica entre los ateliers Marbeuf Berluti y usted?
En Marbeuf tengo la magnífica posibilidad de expresar mis ideas, porque en nuestro taller tenemos este impresionante grupo de artesanos que entiende verdaderamente, y con mucha pasión, el arte de la manufactura del calzado hecho a la medida. Trabajamos cada modelo juntos, directamente, sin intermediarios entre nosotros. Yo sinceramente disfruto cada paso de este proceso tan único y artesanal.
Todo se basa en una conversación en que discutimos lo que se puede llevar a cabo, con qué materiales y lo que no procede en términos de estilo y técnicas para así obtener el calzado perfecto, que es nuestro objetivo.

¿Cómo se desarrolla el proceso de realización de un par de zapatos Berluti Haute Chaussure?
En la pequeña sala de prueba recibimos al cliente, siempre guardando la mayor discreción posible. Allí se desarrolla la conversación en que le mostramos los modelos exclusivos que nuestro director artístico, Alessandro Sartori, ha creado en exclusiva para este atelier, diferentes a los modelos del Prêt à chausser y disponibles en las boutiques Berluti. De allí comenzamos a escoger, junto con el cliente, el modelo que más le conviene para la ocasión, los materiales para su realización, pátina, detalles, etcétera; se toman las medidas de los pies (derecho e izquierdo), y al estar todo a punto comenzamos el resto de un largo proceso para llegar a complacer los deseos de nuestros clientes tan exigentes.