Silla Diamond: la escultura funcional de Harry Bertoia cumple 70 años
¿La Diamond es una silla con forma escultural o una escultura que sirve como asiento? Harry Bertoia concibió este mobiliario como un desafío para integrar espacio, forma y función. Al presentarla en 1952, la Diamond impactó por su silueta y brillo como un diamante y cambió la historia del diseño a mediados del siglo XX
Concebida como una silueta romboide en rejilla de metal, la silla Diamond del artista y diseñador Harry Bertoia (1915-1978) se exhibió por primera vez en 1952. Con su estética de varillas de metal soldadas, Diamond revolucionó el diseño de mobiliario a mitad del siglo XX y se convirtió en una de las sillas más icónicas de Knoll, que las fabrica desde 1953.
El acero se tomó como marco para sillas y mesas desde la década de 1920. Los maestros de la Bauhaus se destacaron por usar acero tubular, pero los diseñadores y arquitectos de las generaciones siguientes utilizaron otros tipos de acero para los objetos de la vida cotidiana, uno de ellos fue Bertoia.
El artista y diseñador ítalo-estadounidense imaginó una silla escultural con base de varillas soldadas que, a la vez que dan forma al respaldo y al asiento, dejan pasar el aire. Para la época era una idea impactante, debido a que la mayoría de las sillas se continuaban haciendo con madera, aunque ya se aplicaban técnicas para moldearla. De hecho, Bertoia tenía experiencia trabajando en muebles con Charles Eames, a mediados de la década de 1940, concretamente contribuyó en el diseño de la célebre silla Eames, que era de madera moldeada. El problema era que sus aportes no eran reconocidos.
La silla Diamond también viene con forros para cubrir el respaldo y el asiento (Foto: Joshua McHugh vía Knoll.com)
Así que para conseguir la notoriedad que esperaba, Harry Bertoia aceptó, en 1950, la invitación de Florence Knoll para integrarse a la plantilla del fabricante de muebles Knoll, donde además le garantizaron que recibiría el reconocimiento buscado. Allí fue donde se interesó por trabajar con rejillas moldeables compuestas por varillas de acero soldadas, un material que le interesó luego de abandonar el taller de Eames y registrarse en el Laboratorio de Electrónica Naval de Point Loma.
El diamante de varillas
La silla 421LU o Diamond es uno de los diseños más reconocidos del mobiliario del siglo XX porque integra arte, tecnología e investigación. La concentración de conocimientos en la Diamond se debe a que Bertoia, al llegar a Estados Unidos, estudió arte, orfebrería y diseño en la Cass Technical High School y en la Escuela de Arte de la Sociedad de Artes y Oficios de Detroit. Pero fue en la famosa Academia de Arte de Cranbrook, donde conoció a figuras de la talla de Eliel Saarinen, Walter Gropius y Charles Eames, de quienes recibió una gran influencia.
Luego de colaborar con Eames, este inmigrante italiano se dedicó a estudiar los volúmenes, las posibilidades del acero en mobiliario y las maneras de moldearlo. Pero Bertoia no quería simplemente un marco o sostén, quería que el “esqueleto” formara parte de la estética del mueble y que diera la impresión de “moverse” o ser flexible. Esto dio origen a la silla Diamond, conocida así por la forma de diamante tallado que ofrece al verla de frente y por el brillo que proporciona el metal. Solamente el asiento se cubría con un cojín.
“Estas sillas están hechas de aire, como una escultura, se trata del espacio a través de ellas” refirió Bertoia, cuando la presentó en 1952.
Knoll produce una versión de la silla Diamond con metal recubierto en oro (Foto: Ilan Rubin vía Knoll.com)
Desde 1953, Knoll produce la silla Diamond en varias versiones: en acero cromado; en metal revestido en blanco, rojo, azul o negro, o recubierto en oro de 18 quilates. La cromada y la de oro son las más recomendadas para los espacios interiores. También está disponible con diversos forros completos (de asiento a respaldo) para hacerla más cómoda.
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