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Florentine Kitchen Knives: cuchillos a la medida

El origen Tomer Botner estudiaba diseño industrial en Tel Aviv, en la…

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Foto: David Egui
Foto: David Egui

Foto: David Egui

El origen

Tomer Botner estudiaba diseño industrial en Tel Aviv, en la escuela Shenkar, y cuando llegó la hora de crear y presentar su proyecto de tesis decidió hacer algo poco común entre estudiantes de esta carrera: compartir en un blog  el paso a paso de su proceso creativo. En ese entonces Instagram era solo un bebé y los influencers y bloggers no eran nuestro pan de cada día. Aun así, el resultado de su proyecto logró la atención de la aplicación, que publicó una foto del cuchillo en su perfil (en ese momento el perfil de Instagram solo tenia un poco más de 5 millones de seguidores a diferencia de los 248 que tienen hoy) y cambió la vida de Tomer para siempre.

“Básicamente tenia este prototipo que hice para mi tesis de diseño industrial y la gente pensaba que tenia un producto listo para la venta, comenzaron a llegar pedidos y en ese momento no sabía ni cómo afrontar una producción en masa, pero lo hice y así comenzamos”

Para llevar adelante su proyecto aprovechó otra herramienta digital: el crowdfunding. Con donaciones logró recaudar su inversión inicial que usó para viajar a Estados Unidos, encargar las cuchillas y volar de vuelta a Florentin, en Israel, para ensamblar y vender el primer lote de 100 cuchillos. Desde ese entonces trabajaban produciendo pequeños lotes por diseño, con lo que el cliente podía simplemente comprar la pieza que quisiera, pero con el tiempo han cambiado su proceso. Ahora el cliente que quiere un FKK lo debe comprar por pedido, dándole la posibilidad de personalizarlo a su gusto. El único problema de esta nueva modalidad es que el cliente debe esperar un poco más. ¿No es de eso de lo que se trata el lujo moderno?

Foto: David Egui

El producto

Ofrecen tres tipos de cuchillos, cuchillos de chef, de mesa y de cocina. Para cada modelo tienen dos tipos de ensamblado, el stacked, su ensamblado estrella en el que apilan capas de colores en el mango del cuchillo, y el scaled, el clásico mango de cuchillo hecho de dos piezas. Además de esto crean piezas especiales por pedidos como cuchillos de mantequilla o de cierra, que no tienen a la venta al detal.

Los compradores de FKK deben saber lo que están buscando entre tantas opciones, y lo digo con propiedad ya que aproveché mi visita para ordenar mi propio cuchillo. Para comenzar debí escoger el modelo, y no podía ser otro que el estrella de la marca, el cuchillo de chef. El siguiente paso fue escoger el metal. Mientras Tomer me comentaba que trabajan con acero inoxidable y acero carbono me dijo que el más popular entre sus clientes es acero carbono. “no me sorprende que sea el más popular y creo que dice algo sobre nuestros clientes.” ¿Qué crees que dice esto sobre tus clientes? Le respondo al instante. Y entre risas me dice: “puede significar una de estas dos cosas, o no saben en lo se están metiendo o son pros y saben cómo cuidar sus cuchillos. Si eres de los que se decide por el acero carbono, debes tener mucho mas cuidado con tu cuchillo, cuidarlo y limpiarlo correctamente para no oxidarlo.”

 

Foto: David Egui

El siguiente paso es escoger el acabado del metal. Puede ser un acabado clásico, pátina forzada o pátina leopardo, yo escogí la última. También se debe escoger si será stacked o scaled. Sin duda seleccioné la primera opción y en ese momento pude seleccionar el color de cada línea del mango de mi cuchillo. Para terminar, el ultimo detalle será incluir mis iniciales en la hoja de acero.

Foto: David Egui

El espacio

Después de mudarse de Israel a Barcelona, la pareja decidió que era el momento de tener un espacio propio, y con ayuda de un fiel cliente de la marca, comprador de uno de los 100 primeros cuchillos, crearon un nuevo taller/showroom en el barrio de Raval. Un espacio único en el que ensamblan y le dan cada detalle a todas sus piezas, a la vista de los clientes y curiosos que caminen por la calle Notariat.

Es en este moderno taller, con un aire de diseño nórdico, que cada cliente podrá armar su cuchillo a su gusto y así formar parte de la exclusiva lista de espera que puede llegar a ser de meses, hasta tenerlo en sus manos. De esas listas que confunden, que le dan más estatus a un producto solo por existir, que hacen que un cliente se sienta importante y que sepa que en unos meses podrá cocinar con una pieza de diseño personalizada. No, los cuchillos de Florentine no se venden a precios inalcanzables, pero eso no les quita lo lujoso, así como la lista, solo por existir no se los da. Son simplemente un lujo moderno, una pieza de diseño exquisita, con milimétrico cuidado al detalle, ensamblada una a una a la vista del público en un espacio de revista, en una de las ciudades más top del mundo y por una sola persona.

FKK y la alta gastronomía 

Su primer contacto con el mundo de la alta gastronomía fue gracias a un mensaje de Facebook de Nick Bril, que en ese entonces era sous chef del restaurante con tres estrellas Michelin Oud Sluis, del chef Sergio Herman. En ese momento, Sergio decidía cerrar el afamado comedor, renunciar a sus estrellas y abrir un nuevo restaurante en una antigua iglesia en Amberes, Bélgica, llamado The Jane, y para este proyecto querían cuchillos hechos por Florentine. De ahí la lista de prestigiosos restaurantes con sus cuchillos aumenta como una bola de nieve y sus creaciones a la medida se pueden encontrar hasta en los restaurantes del famoso grupo mexicano Bull & Tank de los chefs Daniel Ovadía y Salvador Orozco. “El ultimo proyecto que hicimos con Daniel y Salvador fue para su nuevo restaurante Urike, un gastronómico en el ferrocarril de Chepe que hace un recorrido por el norte de México”.

 Florentine Kitchen

 @florentinekitckhenknives