Art

Contemporaneidad interactiva de Lozano-Hemmer

Desde noviembre del año pasado, el mexicano Rafael Lozano-Hemmer, expone el trabajo…

Por:
HMSG_EXH_LOZANOHEMMER_2018_002
Foto: Hirshhorn - Smithsonian Institution

El mexicano, Rafael Lozano-Hemmer, expone el trabajo tecnológico interactivo más extenso hasta la época en el Museo Hirshhorn. Foto: Hirshhorn – Smithsonian Institution

Desde noviembre del año pasado, el mexicano Rafael Lozano-Hemmer, expone el trabajo tecnológico interactivo más extenso hasta la época en el Museo Hirshhorn. Se trata de Pulse, una exposición compuesta de tres partes que datan desde el 2006 al 2010. Aquí Lozano-Hemmer evidencia su aplomo y talento en cuanto a electrónica, robótica, arquitectura y performance art se trata. Pues graduado de Física y Química de la Universidad de Concordia en Montreal, el artista tiene una amplia trayectoria que cuenta con exposiciones interactivas en ciudades como Nueva York, San Francisco, Vancouver y Berlín.

En esta ocasión, el Hirshhorn se complace de ofrecer la enteridad del segundo piso del museo para esta exposición. En Pulse se exhiben retratos y encuadres íntimos inspirados por electrónica donde se escuchan y presencian grabaciones con la intención de hacer proyecciones que aprovechen la biométrica no para controlar información, sino para permitir a la audiencia manipularla.

La primera muestra es Pulse Index del 2010, en el que cada espectador puede colocar su huella dactilar, y sus pulsaciones cardíacas son grabadas como ritmos y posteriormente expuestas. Foto: Washington DC

La primera muestra es Pulse Index del 2010, en el que cada espectador puede colocar su huella dactilar, y sus pulsaciones cardíacas son grabadas como ritmos y posteriormente expuestas. La segunda, titulada Pulse Tank, data del 2008, y esta vez utiliza las pulsaciones cardíacas para crear ondulaciones de frecuencias mostradas a través del color en tanques de agua. Las mismas se ven, de forma espectacular cabe agregar, en las paredes de la exposición. Por último, la exhibición Pulse Room, del año 2006, presenta una serie de bombillas incandescentes que cuelgan del techo y brillan al ritmo de las pulsaciones de la audiencia en las exposiciones previas. Un cuarto entero que resplandece a partir del corazón de quienes observan.

La segunda, titulada Pulse Tank, data del 2008, y esta vez utiliza las pulsaciones cardíacas para crear ondulaciones de frecuencias mostradas a través del color en tanques de agua. Foto: Washington DC

Es este tipo de ingenio que hace al mexicano radicado en Canadá, un artista singular y con una visión transcendental. Por esta razón fue el primer de su país a la Venice Biennale en el 2007 y ganador del premio British Academy Awards para Artes interactivas en dos oportunidades, en el 2002 y en el 2005. Estas y más razones para presenciar esta inigualable propuesta en el Museo Hirshhorn en Washington D.C hasta el 28 de abril del 2019.

 hirshhorn.si.edu

 Hirshhorn Museum and Sculpture Garden

 @hirshhorn

 @hirshhorn