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Carlos Quintero: “El futuro, seguramente, será perfumado”

En el pasado, Aristóteles impuso una máxima castrante: el arte imita a…

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Carlos Quintero. Foto: Julio Gaggia
Carlos Quintero. Foto: Julio Gaggia
Carlos Quintero. Foto: Julio Gaggia

Carlos Quintero. Foto: Julio Gaggia

En el pasado, Aristóteles impuso una máxima castrante: el arte imita a la naturaleza. La mímesis sería un criterio estético para describir la relación perenne entre el ser de los objetos y algún referente primigenio. Con ella se reinterpretarían las manifestaciones artísticas. Incluso el proceso creativo del hombre se compararía con las hazañas de aquellas fuerzas desconocidas que forjaron la vida e inspiraron el mito en cada cultura. Toda forma de arte existe bajo esta norma. Sin embargo, para los visionarios como Carlos Quintero, nace bajo una idea subversiva: el arte imita al arte. Con una reconocida trayectoria como diseñador selló la ruta que seguiría para adentrarse en el hermético mundo de los perfumes de excepción sin olvidar sus raíces latinoamericanas. Así inicia su discurso: Sin duda alguna, el Caribe y Latinoamérica te marcan para siempre. Adoro mi isla , la llevo donde quiera que voy. El mar, la transparencia y la luminosidad de nuestras playas, el cielo límpido, el aire puro… esas son mis principales fuentes de inspiración. Esas y mi obstinación para derrotar prejuicios. Así somos los latinoamericanos: inconformes y laboriosos; mientras más nos digan que no se puede, mayor será nuestro empeño en demostrar que no solo es posible, sino que es mejor.

Carlos Quintero. Foto: Julio Gaggia

Carlos Quintero. Foto: Julio Gaggia

Y fue mejor. De inmediato, su pasión se nutriría por una alianza. En colaboración con Karl Bradl concibió Nomenclature, una colección de perfumes en la que los aromas sintéticos son los protagonistas. Para referirse a este primer gran paso, Carlos relató: Cuando decidimos crear Nomenclature, las estrellas estaban de nuestra parte. Karl es fundador en Nueva York de Aedes Perfumery. Más de 20 años como curador de la colección más excepcional del mundo han cultivado su genio, mientras que su galardonada línea de perfumes Aedes de Venustas le ha permitido trabajar con los más importantes nombres de la industria. Yo, sin embargo, me considero un trotamundos. Mi experiencia como diseñador se ha extendido a varias áreas. Trabajé en Milán por cuatro años creando empaques y publicidad para marcas globales. Diseñé dos colecciones de moda femenina bajo mi propia marca, y luego decidí mudarme a Nueva York donde trabajé para importantes revistas. Karl tiene el buen gusto, la experiencia y el instinto creativo; yo, las habilidades técnicas de diseño y producción y una insaciable curiosidad. Juntos somos un equipo único y con grandes recursos creativos.

Carlos Quintero junto Karl Brad. Foto: Julio Gaggia

Carlos Quintero junto a Karl Brad. Foto: Julio Gaggia

Para apreciar una fragancia no necesitamos años de educación formal; el olfato es innato, parcialmente estilizado por experiencias y vivencias, pero tan primitivo como la sexualidad.[/blockquote]

Dos mentes brillantes habían unido fuerzas para asomarse al ojo del huracán, y en unos cuantos meses Nomenclature se convirtió en uno de los nombres más celebrados de la industria. Somos afortunados. En menos de ocho meses Nomenclature atrajo mucha atención, pero con esa atención también llegaron responsabilidades. Estamos bajo la mirilla de la industria y en los primeros meses es cuando usualmente se cometen errores y se refinan detalles. A pesar de ello, el éxito los acompaña. Por eso necesitaban más voces, narices expertas que realmente comprendieran un sentido tan primitivo y a la vez tan enigmático como el olfato. Así llegaron otros aliados y se conformó un frente impenetrable. En realidad comenzamos a trabajar con varios perfumistas, pero decidimos escoger las creaciones de Patricia Choux y Frank Voelkl para el lanzamiento. Ellos entendieron desde el principio el concepto y quisimos que sus cuatro fragancias fueran los pilares de la línea. En ellas está contenido ADN de la perfumería moderna, y Nomenclature busca celebrar la química de cada fragancia, específicamente las moléculas ‘cautivas’ que pueden patentarse y protegerse por 20 años y que son el producto del arduo trabajo científico. No en vano Luca Turín es uno de mis héroes. Leer su libro The Secret of Scent: Adventures in Perfume and the Science of Smell (2006) fue una revelación. Su pasión por la química y su vasto trabajo teórico sobre el olfato lo han convertido en el heraldo de la perfumería moderna.

Nomenclature por Carlos Quintero y Karl Brad. Foto: Julio Gaggia

Nomenclature por Carlos Quintero y Karl Brad. Foto: Julio Gaggia

El concepto de Nomenclature -responsabilidad de Carlos en todo momento-, se pensó a partir de los componentes de cada fragancia. En pocas palabras, importaba resaltar lo esencial y olvidar lo accesorio. Lujo austero para los sentidos, Carlos agrega: Para mí, el lujo austero es el balance perfecto entre diseño, funcionalidad y calidad. Cuando ninguno de estos elementos se impone sobre el otro, y el resultado es un producto que es hermoso, funcional y preciado, se crea este balance. En un perfume se resume en su edición, en su empaque elegante y en una propuesta basada en los ingredientes y el talento del perfumista. Así, mientras las demás marcas utilizan ingredientes naturales como elementos principales, Nomenclature trabaja a la inversa y destaca aquellos aromas cautivos que, por muchos años, han tenido un papel complementario. Al respecto comentó: La novedad en nuestra línea es la inversión de una fórmula tradicional: nuestros protagonistas no son los ingredientes naturales, sino las moléculas sintéticas que cambiaron la perfumería moderna. Los ingredientes naturales son el apoyo. Nosotros deseamos crear belleza con ingredientes sintéticos. De ese modo, no es ya la evocación de un aroma lo que persigue la marca; su más alto deseo es la proyección. Sobre esto continuó explicando: Nomenclature no es nostálgica. Ofrece, sí, nuevas experiencias sensoriales y, quizás, algunas conexiones con el pasado, pero no nostalgia. Nuestra línea más bien encuentra una referencia en el pasado para visualizar el futuro.

Nomenclature por Carlos Quintero y Karl Brad. Foto: Julio Gaggia

Nomenclature por Carlos Quintero y Karl Brad. Foto: Julio Gaggia

De ese modo, Nomenclature está en la carrera por convertirse en sinónimo de lo excepcional, concentrándose en el proceso creativo y considerándolo arte. Según Carlos Quintero: El arte y la creatividad son la base de la perfumería de nicho; ella es esencialmente hedonística. Nos perfumamos por goce estético, para ser aceptados y agradar a otras personas, para comunicar quiénes somos y a qué grupo o clase social pertenecemos. Estas son las mismas motivaciones del arte. La única diferencia es que la perfumería es más accesible. Responde a nuestro sentido más primordial o primitivo: el olfato. Para apreciar una fragancia no necesitamos años de educación formal; el olfato es innato, parcialmente estilizado por experiencias y vivencias, pero tan primitivo como la sexualidad. Y finalizó, cual visionario, hablando del futuro: Tengo la certeza de que el futuro de la perfumería depende totalmente de la tecnología. El futuro, seguramente, será perfumado.

Nomenclature por Carlos Quintero y Karl Brad. Foto: Julio Gaggia

Nomenclature por Carlos Quintero y Karl Brad. Foto: Julio Gaggia

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